Bruselas ve tiempos más difíciles para España y Europa
November 9, 2012 Leave a comment
POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | 9 NOVIEMBRE, 2012
Bruselas no ve la hierba verde al otro lado de la cerca cuando se trata de una recuperación económica. Las previsiones económicas para 2013, que se dieron a conocer hoy, describir un futuro oscuro y lluvioso para España y probablemente el resto de Europa.
Los pronósticos son sólo eso, buenos o malos augurios sobre la base de los principales indicadores. Pero queda por ver si son o no correctos. Pero si las predicciones emitidas por Bruselas se convierten en realidad, esto supondrá un serio problema para España y el resto de Europa. La Comisión Europea prevé que el PIB caiga un 1,6% todavía este año y 1,5% en 2013.
Previsiones del Gobierno español eran más esperanzadoras, con ministros usando frases como “Nosotros salimos de la crisis” y que “hay signos de esperanza”. Estas frases fueron emitidas por la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, que había dicho que España vería una contracción del 1,5% para este año y un descenso del 0, 5% para 2013.
Además de la no salida de la crisis, los datos preocupantes hechos públicos por Bruselas se refieren al déficit del gobierno. Las medidas de austeridad adoptadas por España ólo ayudaran a reducir el déficit en un magro 0,2%. Las medidas dolorosas que combinan aumentos de impuestos con recortes en los gastos relacionados con los programas sociales no han funcionado, del modo que se pretendía. El déficit terminará el año en 8%, según la Comisión, pero esta cifra no tiene en cuenta el efecto de la recapitalización de los bancos. Se espera que el déficit español sea mucho más grande.
Para 2013, el déficit fiscal será del 6%, y un 5,8% en 2014. Estas cifras no incluyen de nuevo el rescate del sistema bancario y el posible rescate de España en su conjunto. Como se predijo hace meses, España no será capaz de reducir su déficit al 3% del PIB, que es lo solicitado por Bruselas. Eso nos deja tres posibilidades. La primera consiste en ampliar los plazos para cumplir los objetivos, lo que ha sido exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Bruselas. Esta alternativa está cada vez más fuerte con el apoyo de varios países que están colgando del acantilado de la deuda.
El segundo es pedir a España que haga “esfuerzos” adicionales. Es decir, más austeridad y reducción del gasto, que como se ha visto en Grecia, daría lugar a ninguna solución en absoluto. La mayoría de los economistas esperan que los acuerdos alcanzados en las reuniones futuras incluirán una combinación de ambos austeridad y una extensión a España y los demás países para alcanzar sus objetivos de déficit.
El Ministro de Economía de España, Luis de Guindos, prevé un déficit del 7,3% este año, un 4,5% el próximo año y un 2,8% en 2014, muy por debajo de las proyecciones realizadas por los analistas y los datos oficiales, tanto de Bruselas como el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el próximo año y el siguiente.
La Comisión no se pronunció ayer sobre los datos. Es evidente que en todos los pronósticos, Bruselas y el Gobierno español, pesan varias incógnitas, especialmente las relacionadas con el efecto de la subida del IVA (un experimento social real, con el país en recesión) y la amnistía tributaria.
Sin embargo, el Vicepresidente y Comisario de Competencia, Joaquín Almunia, dio algunas pistas en Madrid ayer sobre la situación: los presupuestos públicos para 2013 y sus correspondientes previsiones económicas muestran los esfuerzos desplegados por ambas partes – los ingresos y gastos – pero el cuadro macroeconómico que acompaña está “lejos de tener consenso “.
Almunia también dio a entender que Bruselas tiene la sensación de que España ha negado la evidencia completa sobre la profundidad de la crisis y la necesidad de actuar a fondo. “La reacción retardada es demasiado a menudo asociada con España”, dijo. En su intervención en el Foro de Nueva Economía, el llamó a “ceder al derrotismo”, y explicó que la crisis “tiene una solución, y que se superará y se está empezando a superar”.
“Los árboles no deben impedirnos ver el bosque”, dijo Almunia. Pero las proyecciones de Bruselas que más aproximan a las del gobierno español están relacionadas con la deuda pública E incluso en esa sección las cifras hablan por sí solas: la deuda terminará este año en el 83,7% del PIB, el que viene en el 89,5% y estará en 93,9% del PIB en 2014.
Una cosa es segura: no hay ninguna señal que indique cuando la deuda dejará de crecer. Mientras tanto, Europa sigue avanzando en una agenda que sigue utilizando la misma receta antigua de más austeridad, mientras que los gastos gubernamentales siguen creciendo. Como hemos explicado aquí, en múltiples ocasiones, tanto España como Europa están – intencionalmente – pasando por un ciclo vicioso que no dará lugar a la reducción del déficit o el rescate de las economías que son castigadas por la deuda.
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