El Dominio Globalista de Occidente

Por Luis R. Miranda
The Real Agenda
5 de marzo 2012

La existencia de la sociedad tal como la conocemos hoy en día no es un evento al azar de la naturaleza ni nada por el estilo. La sociedad actual es un reflejo directo de los planes gigantescos de ingeniería social que se pusieron en marcha progresivamente contra las poblaciones. A nivel mundial, la gente ha pasado de ser independiente y auto suficiente a convertirse en ovejas dependientes que necesitan de sus gobiernos, controlados por las grandes corporaciones, para que les proporcione todo lo necesario para sobrevivir. Ese era el plan desde el principio. Ahora, la gente está a merced de las grandes corporaciones multinacionales – principalmente bancos – que los convirtieron en sus esclavos mediante el uso de las agencias gubernamentales para imponer sus políticas. Pero no se detiene allí. Para colmo de males, las masas creen que en realidad son libres y que tienen opciones, en lugar de verse como el ganado que son,  que es lo que la realidad demuestra.

Durante muchas décadas, este fenómeno fue ampliamente desconocido por la mayoría de las personas que eran dependientes del sistema. Pero después que las élites detrás de la ingeniería social se hicieron más arrogantes de lo habitual y empezaron a hablar abiertamente acerca de sus planes, una minoría de la gente se enteró de ello. Hoy en día, una minoría más grande está bien informada sobre los planes de las élites, pero las masas siguen siendo ignorantes o simplemente los niegan. La principal causa de esta negativa es el hecho de que las masas están compuestas por personas que por décadas y décadas se han beneficiado de las grandes políticas socialistas explícitas u ocultas, que son herramientas para que la gente se “enganche a la droga”. Como muchos ya saben, dejar ir de una adicción es muy difícil, especialmente cuando este tipo de adicción es todo lo que ha conocido. Pruebe usted pedirle a una persona sin hogar que deje de inhalar pegamento de zapatos para calmar su hambre, sin mostrarle una comida caliente. Eso es exactamente lo que sería. Por supuesto, hay los que prefieren la dependencia y la esclavitud a la independencia y el auto gobierno. Esas son las sociedades en las que la mayoría de las personas, independientemente de sus ingresos bajos y las condiciones miserables en que viven, se conforman con seguir viviendo en barrios marginales y recibiendo la ayuda miserable que sus gobiernos les proporcionan, como si esa fuera la forma en que las cosas deben ser. Claros ejemplos de estas sociedades son Venezuela, Cuba, Brasil, por citar algunos, donde las personas apoyan a los dictadores o candidatos que les aseguren que sus cheques de asistencia social seguirán llegando, en lugar de crear las condiciones de mercado adecuadas para que ellos se levanten de la suciedad en que viven.

Pero, ¿cómo gestionaron los tecnócratas sus planes para que todos “entraran en el granero”? Siempre han logrado mantener el control. Ellos siempre han poseído el dinero, los recursos, los políticos, los gobiernos; y por ende los pueblos del mundo. Trabajaron primero para tomar el control de las regiones más pobres y devastadas del mundo con el patrocinio de los gobiernos, con programas financiados por las corporaciones destinados a mantener a miles de millones de personas bajo sus botas. Después de establecer raíces allí, tuvieron éxito en la aplicación de sus políticas de control centralizados en los países en desarrollo, como  Argentina en los años 90, desviando su camino hacia el desarrollo y en la mayoría de los casos deteniéndolos completamente. Su éxito en los países pobres fue aprovechado para imponer sus programas en los países en desarrollo, lo que hicieron en los últimos 50-100 años. Con un paso firme en la mayor parte del planeta, los controladores trajeron su sistema a las naciones más sofisticadas, el mundo desarrollado, que habían apoyado sus planes con el fin de legitimar sus planes de colonización y conquista.

Ahí es donde estamos ahora. En la actualidad, los países que tenían un gran potencial para convertirse en naciones desarrolladas, así como en los industrializados, están sufriendo las consecuencias de abrir la puerta a los hombres que estaban siempre en control en el exterior. Su éxito radica en su capacidad de convencer, penalizar o sobornar a los que no habían abierto sus puertas. Para que las sanciones y los sobornos funcionaran, tuvieron que crear un sistema de control y legitimación externa que pudiese imponer sus políticas a las naciones soberanas a fin de que pudieran ser atacadas, invadidas y destruidas para luego ser absorbidas. A partir de estos planes es de donde surgieron organizaciones como la Liga de las Naciones, las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial del Comercio, la Organización del Tratado del Atlántico Norte, la Unión Europea, la Unión Africana, la Unión de América del Norte, el Mercosur, el G-20, el G-8, y así sucesivamente. Estas entidades fueron creadas por los tecnócratas y son apoyadas por las personas que fueron sobornadas o convencidas para unirse a su sistema. Estas personas se infiltran en todos los estratos de la sociedad, desde la educación, el mundo académico, la religión, las finanzas, la comunidad científica, los organismos gubernamentales y por supuesto los que trabajan para las grandes corporaciones.

A fin de evitar cuestionamientos, las élites también crearon las fundaciones y las organizaciones filantrópicas que han financiado y controlado muchos de sus planes, y que les ayudó a poner en práctica sus políticas, siempre en aras del “bien común”. Esta forma colectivista de pensar es quizás la herramienta más exitosa para convencer a las masas que era mejor pensar en forma colectiva; de robarle a Pedro para ayudar a Pablo. Luego vino el término justicia social, que funcionó como otro gancho para atraer a más seguidores debido a su origen colectivista. La mayoría de la gente cambió su manera de ver el mundo. En lugar de apoyar los derechos y libertades individuales, se convirtieron en animadores de los grandes gobiernos para decidir lo mejor para ellos y sus compañeros. Esto marcó la aparición de un gobierno centralizado en los planos local, estatal y nacional y la creación de leyes y políticas que dieron el control del gobierno sobre los derechos individuales y responsabilidades, tales como la propiedad privada, la seguridad, la disponibilidad de alimentos, la libertad de expresión, la salud y otros. Una entidad central de repente “sabía mejor” cómo administrar los recursos locales que las propias personas. El poder del pueblo se redujo ya que los gobiernos grandes crecieron fuera de control y detrás de ellos, las élites acumularon más poder justo en frente de las masas desprevenidas. El Estado Benefactor, el Estado socialista, el Estado comunista – todos una creación de los globalistas – estaban en las puertas esperando para tomar el relevo. Con el fin de imponer estos sistemas de gobierno luego se crearon conflictos entre los países con ataques secretos desestabilizadores o se puso en práctica el dialecto hegeliano de Problema, Reacción, Solución.

Cuando las naciones soberanas resistieron los ataques de los elitistas a través de sus organizaciones supranacionales o de sus gobiernos controlados por las corporaciones, estos por lo general utilizaron la fuerza militar respaldado por informaciones falsas o eventos falsos para invadir a las naciones “para democratizar” y “traer la paz” . Estas acciones militares eran y siguen siendo apoyadas por amenazas falsas o por los abusos cometidos por los dictadores que fueron puestos en el poder por los propios globalistas. De esta manera, los tecnócratas lograron consolidarse en el poder por otros gobiernos o el control de los gobiernos títeres, para robar a las naciones de sus recursos naturales. Todas las riquezas del planeta pasaron a ser propiedad de las corporaciones que invaden las antiguas naciones independientes a instancias de los gobiernos títeres justo después que las guerras terminan. La consecuencia de sus exitosas campañas de conquista económica, política y militar fue el fin de los estados-nación, que fue uno de los principales objetivos de los globalistas cuando comenzaron sus cruzadas décadas y décadas atrás. El éxito adicional de las élites fue impulsado por sus bien establecidos movimientos de oposición controlada – Foro Económico Mundial, Foro Social Mundial – en los que participan líderes comunales con el fin de estafar a la gente haciéndoles creer que sus representantes en realidad podrían hacer una diferencia al unirse a movimientos financiados por las propias corporaciones. Pero ¿cómo podían ayudar a luchar contra aquellos que consideraban su oposición cuando las mismas fuerzas estaban a la cabeza de estos “movimientos alternativos”? No pudieron.

Pero tal vez el último clavo en el ataúd a favor de los globalistas fue hacerse cargo de los medios de comunicación y sus campañas orquestadas para apaciguar a las grandes masas, que buscaron como culpar al capitalismo de la actual depresión económica mundial. Esta campaña no es nueva. Los globalistas, a través de sus operaciones económicas, financieras y medios de comunicación han dejado muy claro que su plan fue siempre construir la sociedad a fin de extraer las riquezas a fin de que más adelante pudieran destruir de una vez por todas la economía mundial y con ello la sociedad occidental. En este momento, los globalistas están tragandose a países como Grecia, España, Portugal y otros países en Europa, después de que tomaron el control con éxito de los Estados Unidos, México, Canadá, la mayor parte del Medio Oriente, Oceanía y gran parte de África a través de sus gobiernos y presidentes títeres. Resta ver si los pueblos del mundo, la minoría informada que cada día se hace más grande, va a hacer lo que las minorías siempre han hecho en toda la historia: salvar a la mayoría ignorante, así como a sí mismos de la élite tecnócrata que está muy cerca de terminar sus esperados planes para destruir el mundo tal como lo conocemos hoy en día.

Objetivo: Genocidio Global. El Plan de la Élite Explicado

Por Luis R. Miranda
Video de PrisonPlanet.tv
21 de junio 2011

El historiador e investigador Webster Tarpley describe cuáles son los planes de la Élite para la mayoría de la población mundial. De la deindustrialización a la despoblación. De la instalación de un régimen planetario hasta el uso de vacunas para llevar a cabo esterilizaciones forzadas. Tarpley analiza los planes escritos en el libro de John P. Holdren: “Ecociencia: Población, Recursos, Medio Ambiente “, que se inspira en los más antiguos escritos de Paul Ehrlich y Thomas Malthus. John P. Holdren es la actual Zar de Ciencia y Tecnología de Estados Unidos y sirve a Barack Obama como su asesor de en estos dos campos.

Los planes expuestos en el libro de John P. Holdren se han presentado en otros escritos patrocinados por la Élite que se originan en organizaciones como la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Rockefeller, el Club de Roma, el Club Bilderberg, y así sucesivamente.

Si el mundo fuera cambiado como lo desea Holdren, el resultado sería la despoblación, el hambre, la esterilización forzada, la implantación de chips en las personas, así como otros dispositivos para el control de la población; y un cambio total en la forma en que los seres humanos vivimos, nos movemos y utilizamos nuestras habilidades para desarrollar tecnologías alternativas reales para hacer frente a cuestiones tales como la energía, los alimentación y la salud en los países del tercer mundo, así como para la clase media en los países desarrollados.

Los miembros de la élite y sus peones, quienes tienen la intención de poner estas políticas en acción aborrecen a la humanidad -aunque ellos son humanos- y han dejado claro que van a utilizar todos los recursos a su alcance para llevar a cabo su plan de eugenesia y librar al planeta de la “escoria humana” para que el planeta les quede sólo a ellos.

La Élite, la oligarquía, sólo sirve a los oligarcas. Para ellos, sólo deberían existir la Élite y las masas, y nada en medio. Las masas son llamadas de consumidores inútiles, animales, cuya vida no vale la pena vivir. Por lo tanto, las vidas de los miembros de esas masas debe ser terminada. La población tiene que ser cortada a unos pocos cientos de millones de personas. La Élite tiene miedo de una población mayor porque no será capaz de controlarla y piensa que las personas les “robaremos” los recursos que han monopolizado hasta ahora por tantas décadas.

Han sido inteligentes en el ejercicio de su genocidio, pues lo han hecho de manera silenciosa para que casi nadie lo sepa. Han utilizado dos de las armas más silenciosas que poseían: la economía y la medicina moderna. Ojos que no ven, corazón que no siente. Vacunas, medicamentos y negligencia médica matan a más personas que las propias enfermedad. Las políticas económicas impuestas a las naciones pobres y en desarrollo por el FMI y el Banco Mundial -criaturas de Bretton Woods I- han matado a más personas que cualquier conflicto militar del que hemos oído hablar en el siglo 20.

El problema para la Élite, sin embargo, es que una gran parte de la población mundial ha despertado a su plan y ha comenzado a ver y entenderlo. Se trata de la creciente conciencia de millones de personas en todo el mundo que ha llevado a la Élite, los globalistas, la oligarquía, a lanzar ataques múltiples en varias naciones -militares en el Medio Oriente y económicos en Europa y América Latina- con el fin de acelerar su planes. A través de su agresión militar y económica, la Élite pretende, por una última vez, absorber la mayor parte de los recursos del mundo, la infraestructura y la tierra antes de que abiertamente decida exterminar a la mayor parte de la gente.

Si usted cree que la información que aquí se presenta es una teoría de la conspiración, una exageración de los hechos o de una mala interpretación de las palabras de John P. Holdren, por favor, lea el libro “Ecociencia: Población, Recursos, Medio Ambiente” usted mismo. Además, por favor eche un vistazo a otra literatura -histórica y actual- con respecto a lo que la Élite ha aplicado o va a adoptar en relación a asuntos mundiales tales como la salud, crecimiento, desarrollo, control de la población y así sucesivamente.

Por favor, revise los libros y vídeos citados abajo para ampliar su investigación:

Libros:

Cognitive Infiltration
by David Ray Griffin

Dumbing us Down
by John Taylor Gatto

Underground History of American Education
by John Taylor Gatto

The Globalization of Poverty and the NWO
by Michel Chossudovsky

Ecoscience: Population, Resources,
Environment
by Paul R. Ehrlich

The Illusion of Disease
by Mike Adams

Callous Disregard
by Dr. Andrew Wakefield

IBM and the Holocaust
by Edwin Black

Videos:

Global Eugenics: Using Modern Medicine to Kill

Endgame: Blueprint for Global Enslavement  from producer Alex Jones

Consuming Kids  by the Media Education Foundation

The Secret of Oz   from Writer and Director Bill Still

We Become Silent: The Last Days Of Health Freedom

For Love of Water   from director Ilena Salinas

The World According to Monsanto    from Marie-Monique Robin

House of Numbers:  Anatomy of an Epidemic  from producer Brent W. Leung

Shadow Government  from producer Grant R. Jeffrey

Inside Job  from producer Charles Ferguson

 

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