EE.UU. Trata a Ciudadanos como Terroristas
July 21, 2011
Gobierno usa tácticas de miedo para jugar los unos contra otros y enseñarles como espiar los unos a los otros.
Por Luis R. Miranda
The Real Agenda
21 de julio 2011
La inminencia artificial de un ataque terrorista contra los Estados Unidos sigue siendo la herramienta de elección que el gobierno de los EE.UU. usa para provocar el miedo entre sus ciudadanos. Después de los ataques de falsa bandera del 11 de septiembre, el gobierno culpó a los árabes y los musulmanes de manera indiscriminada y le dijo a la gente que debían estar alertas y reportar cualquier actividad sospechosa. La definición de sospechoso o ‘actividades fuera de lo común’, sin embargo, no fue especificada. Tampoco se especificó el alcance de cualquier posible ataque, ni ninguna información creíble de un intento de causar daño a la nación.
Una década más tarde, el gobierno de Estados Unidos ha demostrado que las ‘teorías de conspiración’ estaban correctas, y con esto ha validado el trabajo de un segmento significativo de la prensa alternativa. Ahora todo el aparato de seguridad creado antes y después del 11 de septiembre es usado contra los ciudadanos, no los elusivos hombres escondidos en una cueva o debajo de una cama en algún lugar. El hecho de que el gobierno no ha podido llevar a cabo sus políticas de control social a través de la amenaza del terrorismo, obligó al gobierno a cambiar de planes y, más temprano que tarde, a tornar sus mecanismos de seguridad nacional en contra de la ciudadanía. Ahora, la amenaza de un ataque perpetrado por un hombre de piel oscura en algún lugar de los 50 estados se ha escondido para re-enfocar la atención hacia el ciudadano común de la clase media y trabajadora.
A pesar de que existen terroristas, la amenaza real de un ataque terrorista perpetrado por musulmanes o árabes es tan minúscula que expertos de seguridad, como Wayne Madsen, historiadores como Webster Tarpley y ex-agentes de inteligencia como Bob Chapman y Ray McGovern normalmente comparan la probabilidad de un ataque con ser golpeado por un rayo o morir durante un ataque de abejas. Como ha sido ampliamente probado, el gobierno no sólo no puede proporcionar ninguna evidencia de un ataque inminente en territorio de EE.UU., sino que también admitió que ha creado falsas amenazas para apoyar la implementación de políticas que violan los bien establecidos derechos constitucionales como la privacidad, el derecho a poseer y portar armas, derecho de reunión, manifestación en lugares públicos, y así sucesivamente, utilizando como excusa la falsa premisa de que cualquier “actividad fuera de lo común” departe de la ciudadana implica la potencial amenaza de un ataque terrorista.
Recientemente, municipios en Phoenix y Arkansas han prohibido las reuniones de ciudadanos sin permiso municipal y trataron de acosar al alcalde y otros ciudadanos que se encontraban en el proceso de revelar la toma de control federal que ocurre en todo el país. Los burócratas de los estados en todo el país, con el respaldo de jefes de policía locales que, dejan que el gobierno federal se haga cargo de sus ciudades a cambio de un mayor presupuesto federal para su fuerza policial, o lo hacen como consecuencia de su ignorancia.
Mientras que en oportunidades anteriores el Departamento de Seguridad Nacional ha enseñado sus poderes militares -como la capacidad para detener y arrestar a los ciudadanos considerados como sospechosos, sin ningún tipo de base legal, ahora, el gobierno está tratando de “alertar” a la población sobre la amenaza que los miembros de la clase media, los veteranos de guerra y ciudadanos de las minorías presentan en la sociedad. En un video publicado recientemente por el gobierno de los EE.UU., las supuestas “autoridades” perfilan a todos los tipos de personas como posibles terroristas, pero hacen hincapié en que la amenaza puede provenir de la clase media compuesta por ciudadanos blancos. El primer actor en la operación psicológica presentada en el video, el cual es patrocinado por FEMA y Seguridad Nacional, es un supuesto terrorista de origen caucásico que pinta una cámara de seguridad con un aerosol para ocultar la llegada de un vehículo que oculta quién sabe qué. En la secuencia, un hombre afro-americano llama a la policía para denunciar lo que él llama “actividad sospechosa”. El vídeo sigue con imágenes de anteriores atentados terroristas que, irónicamente, se llevaron a cabo por el mismo gobierno, como el atentado de Oklahoma City. Así lo asegura el Mayor Edward A. Dames, un veterano del Ejército de los Estados Unidos. Dames asegura que hay un grupo de poder que tiene la intención de ejecutar otro ataque terrorista en Oklahoma City, similar al atentado de los 90′s. El mayor ha identificado el lugar del posible atentado como 210 Park Avenue, Oklahoma City, Oklahoma. Lea el testimonio del ex-militar aquí.
En otras secciones del video, la gente puede ver a un hombre caucásico quien deja una mochila con lo que parece ser un artefacto explosivo, mientras que otro hombre observa a través de una ventana de su oficina. Para quien no está familiarizado con operaciones psicológicas, esta es la forma en que los terroristas dicen que es lo que harán. En otras palabras, es muy probable que el próximo ataque terrorista en suelo estadounidense será un camión bomba en un edificio federal, un artefacto explosivo en algún rincón de la ciudad o cualquiera de las formas que se muestran en el video. La exposición del público a este tipo de escenarios garantiza que las masas ignorantes le crean al gobierno cuando este diga que el próximo ataque terrorista se llevó a cabo por un hombre blanco que dejó coches bomba y/o artefactos explosivos en algún lugar para matar policías, trabajadores federales o sus vecinos que viven o trabajan en la esquina.
El video más reciente creado por Seguridad Nacional es parte de una campaña llamada “Ve algo, diga algo”, que cuenta con un presupuesto de al menos $ 10 millones. A pesar de que denunciar posibles ataques terroristas se pinta como “patriótico” y los funcionarios del gobierno a menudo se envuelven con la bandera de su país al pedir más control de la ciudadanía, la historia demuestra que las llamadas urgentes de los gobiernos a aprobar leyes para espiar a sus ciudadanos o para que los ciudadanos espíen unos a otros, resultada en la instalación de lo que muchos llaman un Estado Policía. La historia nos señala ejemplos específicos. Las solicitudes para suprimir los derechos civiles y constitucionales fueron seguidos por la instalación de regímenes dictatoriales como sucedió en la Rusia comunista, la Alemania nazi, la China comunista, Chile en los años 70 y 80, Brasil, Cuba, hasta hoy, y así sucesivamente.
Lo que es más alarmante hoy en día, no es que los gobiernos intenten retratar y culpar a sus propios ciudadanos como terroristas, porque esto es un hecho histórico. La novedad en las llamadas de los gobiernos para “ayudar a evitar un ataque inminente” es que en su propaganda, los funcionarios del gobierno etiquetan casi cualquier forma de disidencia o tradiciones como Terrorismo. Es por eso que la gente que habla acerca de la Constitución o los derechos constitucionales son ahora sospechosos de terrorismo. La gente que apoya a candidatos independientes son identificados como potenciales terroristas. Las personas que muestran pegatinas o pancartas que piden la reducción del tamaño del gobierno son detenidos y multados por expresar sus derechos políticos o incluso sus creencias religiosas. La lista también incluye a los ciudadanos que apoyan al candidato republicano Ron Paul, los propietarios de armas, los entusiastas de comprar monedas de oro o plata, y cualquier persona que se opone a las políticas gubernamentales. Lea los detalles de esta política en el Reporte titulado: MIAC Report: The Modern Militia Movement. Adicionalmente, el gobierno ha contratado a pastores y sacerdotes para que enseñen a sus seguidores a someterse a las directrices del gobierno. Este plan fue implementado con la Orden Ejecutiva 13397: Las Iglesias como Agencias Gubernamentales.