Fondo Marino del Golfo de México Inestable, Fracturado y Derramando Hidrocarburos

Petróleo y el gas siguen filtrándose sin cesar, dice un experto. Fugas tóxicas plantean importantes riesgos para la salud pública.

Por Luis R. Miranda
The Real Agenda
11 de octubre 2011

El desastre del Golfo de México no ha desaparecido. De hecho, ha crecido exponencialmente desde que los principales medios de comunicación dejaron de hablar al respecto. De acuerdo con la Alianza para el Rescate del Golfo, una organización integrada por científicos, profesionales médicos y otros de la industria pesquera, el problema no se puede simplificar a los daños ya causados por el derrame de petróleo. Es peor, mucho peor.

Piscinas de petróleo crudo flotando en la superficie de las aguas del Golfo de México en el sitio de la plataforma hundida de BP / Transocean, Deepwater Horizon el 27 de abril de 2010. Getty Images

The Real Agenda recibió información exclusiva sobre el estado actual de la emergencia permanente en el Golfo de México. La última evaluación realizada por la Alianza para el Rescate del Golfo no sólo pone de manifiesto que el derrame de petróleo aún está sucediendo, pero también que el fondo marino del Golfo de México está más inestable que nunca desde la explosión en 2010. Además, el análisis realizado por expertos como BK Lim, muestran que los riesgos geológicos desarrollados que se derivan de la fuga material tóxico, combinado con el uso continuo del dispersante químico altamente tóxico llamado Corexit dará lugar muy probablemente a la desaparición permanente de la vida marina, mientras aumenta los riesgos para la salud pública, tal como sucedió después del derrame de petróleo conocido como Exxon Valdez en donde se utilizaron dispersantes químicos idénticos. Esto resultó en una disminución acelerada de la vida marina hasta que, por ejemplo, la industria del arenque se derrumbó por completo y nunca logró recuperarse.

En una carta fechada del 14 de enero 2011 que fue enviada al congresista Fred Upton, Presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, y el congresista John Shimkus Presidente del Subcomité sobre Medio Ambiente y Economía, BK Lim advirtió a los congresistas y sus comisiones sobre el estado actual del fondo marino en el Golfo de México (GOM). En el documento, Lim ofrece una evaluación detallada sobre la emergencia. El experto explicó el por qué es necesario tomar medidas de inmediato. La evaluación de la situación de emergencia en el Golfo realizada por el Sr. Lim parece creíble y se basa en sus 30 años de experiencia en el análisis de estructuras geológicas en sitios de perforación en tierra y bajo el agua para las principales compañías de la industria petrolera así como contratistas que estudian los riesgos geológicos de estas perforaciones, tales como Fugro Geodetic (M) Sdn Bhd, TL Geohydrographics Sdn Bhd, y RPS Energy Pty Ltd.

“La vaporización de grandes cantidades de hidratos de metano en una escala nunca antes vista, la liberación de las tensiones entre la corteza inferior y superior que resulta en los sucesos anormales de baja magnitud, sismos superficiales adyacentes a la falla de Nuevo Madrid, la erosión subterránea debajo del lecho marino en las inmediaciones del borde de la plataforma socavan la estabilidad de los taludes con la generación de posibles tsunamis, y deslizamientos de tierra submarinos gigantes,” dijo Lim.

Como sabemos ahora, la explosión de BP que costó la vida a 11 trabajadores no fue un accidente, sino negligencia – en el mejor de los casos – y una conspiración en el peor. La última evaluación de la Alianza de Rescate del Golfo parece reforzar el hecho de que BP perforó el pozo de Macondo con un interés cuestionable por el daño que causaría al mismo, al fondo del mar y el medio ambiente marino.

“No hay duda de que las filtraciones de petróleo, columnas de gas, fisuras y cráteres que explotan en el fondo del mar alrededor de la abertura del Pozo Macondo, observadas a partir de los videos del ROV, han sido el resultado directo de la perforación indiscriminada, junto con la inyección de dispersantes y otras actividades de recuperación no reveladas “, detalla el documento enviado al congresista Upton el 14 de enero de este año. El resultado directo de la explosión de la plataforma de Deepwater Horizon fue la destrucción masiva de vida por muchos kilómetros. La limpieza inadecuada ayudó a agravar el desastre, condenó a la zona a vivir con toneladas de dispersantes químicos tóxicos que simplemente destruyen los ecosistemas y afectan negativamente la salud de miles de personas que viven cerca y millones de personas que dependen directa e indirectamente en la belleza natural, la pesca, el turismo y la vida marina y el medio ambiente.

Una revisión de los documentos y artículos de prensa durante los días y semanas después de la explosión, muestra claramente que BP estaba tratando de ganar tiempo con tácticas dilatorias diferentes y no estaba dispuesto a revelar la verdad y la magnitud del desastre. Mientras que BP estaba oficialmente luchando para cerrar el Pozo A uno de sus contratistas y otras embarcaciones andaban con otras operaciones submarinas secretas, muchas de las cuales no parecen estar en sintonía con la urgencia de cerrar “un tercer pozo no revelado de donde brotaba aún más petróleo“. Por ejemplo hay un video que muestra a un ROV borrando el nombre de otra empresa petrolera de un tubo que se trajo de otro pozo y que se usaría para cerrar los pozos de Macondo. BP Clean off Co Logo on BOP – Porqué? – mostraron videos del 9 de junio de 2010. Otros videos mostraron petróleo que brotaba de los cráteres en el suelo marino y la actividad de un ROV con explosiones (demolición?), de corte y remoción de las cubiertas en el fondo marino y de un agujero (otro pozo?), desmantelando un tubo e inyectando materiales en el fondo del mar a varios cientos de metros del Pozo A. ¿Cómo podría un tubo destruido quedar en el fondo del mar durante dos semanas, del 3 al 16 de julio, mientras que BP estaba mostrando a una audiencia mundial el cierre del único pozo (Pozo A) y la supuesta reducción de la cantidad de petróleo derramado entre Junio y Julio 15?

De hecho, en informes de varios medios de comunicación ilustrados con animaciones poco después del desastre, se sugerían tres ubicaciones diferentes de fugas de petróleo. BP admitió inicialmente tres fugas, pero convenientemente redujo estas a sólo una más tarde, haciendo caso omiso a explicar el “por qué, cuándo y cómo”. BP había mantenido desde el principio que había perforado un pozo solamente. De mi análisis a principios de agosto 2010 llegué a la conclusión de que BP no podría haber perforado un solo pozo. Tenían que haber perforado 3 pozos para que toda la información conflictiva tuviera sentido. Véanse los informes de los medios de comunicación aquí.

Videos también confirmaron que incluso ya en mayo y junio, el petróleo y el gas estaban saliendo del fondo del mar en lugares que estaban entre 7 y 20 kilómetros lejos del Pozo A. Una foto de satélite el 25 de mayo indica una buena correlación entre el petróleo que salía del fondo marino y las fallas y los domos de sal.

Evidentemente, los numerosos vídeos colocados en Youtube sólo confirman que BP y varias agencias federales que se encontraban en la escena no revelaron todos los detalles al público, como que habían cantidades desconocidas de hidrocarburos filtrándose desde el los pozos a altas presiones y que salían a través de múltiples fractura en el fondo del mar. “No es posible detener este petróleo”, dice el análisis del Sr. Lim. “Hasta que se encuentre una solución para sellar estas fisuras, los hidrocarburos, incluyendo sulfuro de hidrógeno (H2S), seguirán saliendo sin control”.

¿QUE ESTA SUCEDIENDO DEBAJO DE LAS AGUAS DEL GOLFO?

El documento enviado al congresista Fred Upton se acompaña de fotos, videos y otros documentos que apoyan las preocupaciones expresadas por la Alianza de Rescate del Golfo. Así como un médico con años de experiencia visualiza y análisis rayos X y puede ver de inmediato cuando un hueso está fracturado o otra enfermedad cuando el resto no lo vemos ni entendemos su importancia, el Sr. Lim tiene años de experiencia en la visualización de vídeos bajo el agua y las filtraciones de gas y rápidamente puede ver y analizar lo que está ocurriendo. En su carta, Lim describe lo que ocurre en una serie de videos bajo el agua tomados por el ROV alrededor y cerca de la boca del pozo.

En uno de los videos, el Pozo A, como se le conoce, parece liberar nubes de agua saturadas con metano, burbujas de gas de metano y metano re-cristalizado que flotan cerca del lecho marino en las cercanías de la boca del pozo Macondo. Además de esto, dice la carta, también es posible ver las nuevas fisuras y un abultado fondo marino junto con un cráter ya explotó.

Un segundo video muestra cómo la cuerda que guía al ROV desaparece en una nube densa, bastante oscura del líquido aceitoso. El documento del Sr. Lim explica cómo los materiales y el lodo de perforaciones antiguas que fueron llevadas a otras altitudes por las columnas de gas en el agua se puede ver en el video volviendo a caer en el fondo del mar. Estas columnas de gas provienen de fisuras de ventilación recién activadas y formadas debido a la inestabilidad del fondo del mar y la fragilidad. El video también muestra metano re-recristalizado, el cual aparece como transparente con materiales multicolores flotando en el agua.

El tercer video muestra la “expulsión periódica del gas a través de una de las fisuras en el fondo del mar. Como géiseres, el escape de gas necesita acumularse debajo de la cubierta de sedimentos superior hasta que la presión acumulada supera la presión combinada de la columna de agua y la de las expulsiones periódicas anteriores”, explica el informe elaborado por la Alianza. De acuerdo con las imágenes obtenidas de un video del ROV, hay piscinas de sedimentos de petróleo en todo el fondo marino que son el resultado directo de la marea negra.

“Aunque es muy difícil, en las actuales circunstancias, obtener imágenes claras de lo que está pasando a esa profundidad, mi amplia formación y experiencia en el análisis de este tipo de situaciones, en combinación con estas filmaciones y otras a las que tuve acceso, son una prueba que el petróleo y el gas siguen filtrándose sin cesar desde el depósito fuera de control”, advierte BK Lim en su carta enviada a los congresistas Upton y Shimkus el 14 de enero de 2011.

Imágenes de vídeo recogidas de forma independiente en lugares como Saint Louis Bay Beach, Pensacola Beach, Santa Rosa Beach, Bon Secour National Wildlife Refugee y otros lugares del Golfo muestran una gran cantidad de espuma del dispersante Corexit. Como Corexit sólo se puede utilizar para hundir petróleo nuevo en los primeros dos días de este subir a la superficie, es otra prueba de que hay un intento para hundir el petróleo fresco debajo de la superficie. Las capas superficiales de betún (tarballs del petróleo) que llegaron a la superficie del agua tan reciente como el 6 de septiembre debido a la oleada de la tormenta tropical también se están viendo en grandes cantidades. De acuerdo con fuentes cercanas a la Alianza de Rescate del Golfo, el 18 de agosto de 2011, los miembros de EcoRigs, salieron y recogieron muestras de la superficie del agua que contiene petróleo que se creía que pertenecía al derrame de petróleo de BP. También grabaron imágenes de vídeo de una mancha de crudo pesado en la playa de Mississippi. Las muestras de agua y petróleo fueron examinados por laboratorios independientes y la primera de las muestras que regresó del laboratorio el 28 de septiembre confirmó sus preocupaciones: el petróleo pertenece al Pozo Macondo de BP.

Análisis de muestras de agua hecho de forma independiente por EcoRigs muestra una correlación positiva con las muestras del derrame de petróleo de BP. “La presencia de muestras frescos de BP MC 252 en las aguas superficiales 2-14 meses después de que se informó de que había cerrado el pozo sugiere que el petróleo del pozo BP DWH 252 MC puede haber encontrado nuevas vías para salir del fondo del mar.” Las evaluaciones realizadas también revelan que el producto químico tóxico Corexit se está aplicando ahora directamente en la fuga subterránea ubicada a 1500 metros bajo la superficie del océano en la boca del pozo. Esto se hace con la intención de provocar la descomposición del petróleo de modo que las partículas más pequeñas no llegan a la superficie y el derrame de petróleo continua siendo encubierto.

OTRO DESASTRE MAL MANEJADO

Al igual que con Katrina, más de un año después del derrame de petróleo en el Golfo de México, el gobierno federal ha demostrado su ineptitud para resolver adecuadamente las consecuencias de un desastre mayor. En documentos separados reunidos por la Alianza para el Rescate del Golfo, se muestran detalles más reveladores sobre cómo BP y el gobierno manejaron el desastre del derrame de petróleo. “El cráter colapsado en el tercer pozo estaba arrojando más de 100.000 barriles por día. (100.000 barriles es una estimación basada en la cantidad de petróleo que se vió en la superficie). Aún peor es la mezcla altamente corrosiva de la salmuera, gas y petróleo que sale de las grietas y las secciones permeables de la formación, la creación de nuevas vías para el fondo del mar “, dice Lim. La Alianza se suscribió a la práctica estándar de la industria de realizar un estudio más detallado del fondo marino tan rápido como era posible, para establecer la magnitud de los daños en el fondo del mar después de la explosión. Así como los rayos X que ayuda al cirujano en la localización exacta y la planificación de la intervención quirúrgica más adecuada, una exploración detallada del fondo marino y del subsuelo marino ciertamente puede ayudar a dar el enfoque más estratégico para detener la liberación de hidrocarburos en el pozo o pozos. Después de ignorar los repetidos llamamientos para ese estudio del fondo marino desde la explosión, BP y la Agencia de Administración Oceánica Nacional (NOAA) anunciaron repentinamente un estudio de investigación utilizando el Explorador de la NOAA Okeanos 15 meses más tarde. La única conclusión lógica de esta tardía investigación es:

“Un estudio del fondo marino al inicio revelaría las verdades desagradables sobre el fondo del mar fracturado y la formación de acumulaciones de sal que estaban tratando de ocultar”, continuó el Sr. Lim. Después de más de un año de inyectar tóxicos, colocar parches y destruir todas las pruebas fundamentales en el lecho marino alrededor de los pozos que Macondo, BP estaba lo suficientemente segura de que el “fondo del mar modificado” no sería incriminatorio para ellos. Según el Sr. Lim, British Petroleum fue muy cuidadoso de no mencionar el hecho de que habían perforado 3 pozos. Si este hecho hubiera salido a la luz pública, hubiera causado una bomba que podría haber sido la base para una acusación por perforar sin permiso. “Eso es lo que más temen”, dice Lim. BP también tuvo cuidado de aislar a los equipos de perforación uno del otro, que de acuerdo con Lim, es contra las normas de seguridad debido a que los equipos de perforación deben ser informados sobre los problemas técnicos encontrados y los peligros en las etapas de perforación anteriores. Aunque BP no podría haber esperado que los tres pozos explotaran, éste era un resultado casi seguro debido a la formación de gas interconectadas poco profundas (que fue una de las principales causas de sus numerosos problemas). Además, después de las peticiones urgentes por recomendaciones, una solicitud formal se hizo a la Guardia Costera en nombre del Constituyente David Fakouri con la Fundación Económica de Louisiana que exigía un estudio del fondo marino y una evaluación de daños con un observador independiente; pero la petición fue denegada.

El estudio del fondo marino reciente pasó a tener un énfasis totalmente diferente en sus prioridades. Esto llevó al experto en riesgos geológicos, BK Lim, a la siguiente conclusión:

“La pista del trayecto del buque parecía sugerir mayor énfasis en los bordes sur-occidental de la Cúpula de Biloxi, el sur de filo de Whiting Dome y en general al sur de Macondo. Aunque aún puede haber razones válidas para geológicamente dar énfasis al sur de los pozos de Macondo, el margen de la plataforma 6 a 8 km al noroeste de Macondo y la fuerte erosión de los bordes al noroeste de Whiting deberían ser revisados al menos en algunas líneas (ver áreas P1 y P2).

Los barcos de BP habían sido observados trabajando desde hace bastante tiempo en ambas áreas. La pluma de 22 millas de largo bajo el agua (primero negada por BP y más tarde confirmado por muchos cruceros de investigación independientes), se sospecha que se originó a partir de las grietas en el fondo del mar en estos lugares. Al evitar estas áreas críticas, es difícil creer que la investigación puede ser verdaderamente objetiva e independiente cuando se busca la causa de la explosión de Macondo.

Casi todos los avistamientos de petróleo se encuentran al norte de los pozos de Macondo, no al sur. ¿Por qué la investigación deliberadamente (?) evita el margen de la plataforma al norte de Macondo? En marzo de 2011, se sospechaba que los nuevos vertidos de petróleo provenían de “filtraciones en el fondo del mar” al norte del campo Matherhorn. Los bordes de la plataforma de Mississippi-Alabama, parecían bastante fracturados con grietas grandes y están en peligro de caer en deslizamientos de tierra submarinos gigantes. Deslizamientos de tierra submarinos son más eficaces en la generación de tsunamis que los terremotos sin deslizamientos de tierra importantes. Tanto los terremotos en Japón en 2011 y Sumatra en 2004 causaron tsunamis gigantes, debido a la gran masa que acompañan el desplazamiento submarino “.

Durante las primeras semanas de la catástrofe, había una lucha dentro de la BP entre aquellos que querían dejar en claro la realidad de la situación y otro grupo que quería ocultarlo. Al parecer, el último grupo logró ganar la lucha y se decidió utilizar el pozo con el menor número de problemas (el primero y más superficial, un pozo, el cual fue perforado a unos 5.000 metros por debajo de línea de lodo) para ser la escena que los medios de comunicación mostrarían al mundo como el “show de como solucionar un derrame de petróleo”. La tercera y mayor filtración en el Pozo 3, que Matt Simmons mantuvo como “el pozo más profundo que alcanzó el depósito de petróleo Macondo”, se mantuvo fuera de la luz pública.

Una fuente confidencial informó a The Real Agenda que la evidencia científica creíble que se ha reunido da una probabilidad alta a las alegaciones de que el petróleo, de hecho, continúa saliendo del suelo marino debido a las fugas la insuficiencia de los protocolos de respuesta a derrames que fueron empleados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), la Guardia Costera y otros funcionarios federales y estatales que atendieron la catástrofe. Según la fuente, la recopilación de la evidencia científica no es sólo un edicto de errores preocupantes pero también muestra la negligencia criminal que resulta en una tragedia empeorada a lo largo de los Estados del Golfo y del Golfo de México que resultó en graves consecuencias para el ecosistema y la salud humana; con la EPA a la cabeza de la mala gestión.

La fuente informa además que entre mayo de 2010 y marzo de 2011 mucho después del supuesto arreglo del pozo de BP en julio de 2010, el promedio de niveles de toxicidad en las aguas de la región del Golfo entre Texas y Florida persistía en niveles peligrosos y que, en algunos casos, habían niveles miles de veces mayores a los que establece la EPA. Fue durante este mismo período de tiempo que las agencias del gobierno federal publicaron propaganda diciendo que todo en el Golfo de México estaba a salvo, incluyendo pescados y mariscos, el aire y el agua de mar.

Se ha alegado que los métodos usados por NOAA fueron deficientes, lo que resultó en la conclusión de que “todo está bien ahora en el Golfo”, que fue proclamado por los organismos responsables. Una de las preocupaciones aparte es el hecho de que BP tiene un fondo de 500 millones de dólares para continuar los estudios sobre los efectos posteriores del derrame y el uso de Corexit. Esto preocupa a los científicos independientes quienes advierten sobre la transparencia y la disponibilidad de esta información al público. A los científicos de BP o contratados por el gobierno no se les permite dar a conocer o discutir cualquiera de sus datos hasta su entrega a sus empleadores. Se estima que algunos de estos estudios tardarán varios años, y el público no sabrá la verdad hasta años más tarde.

El 13 de septiembre 2011, petróleo nuevo se vio cerca de donde sucedió la explosión original de BP. Debido al hecho de que la EPA insiste en usar Corexit como la única solución posible al problema, la cuestión más importante hasta el momento es -las terribles consecuencias del uso de Corexit- que no están siendo abordadas. Corexit no sólo contamina el Golfo de México y las poblaciones humanas establecidas en este, pero también es ineficaz en remediar el problema central: la limpieza de las aguas del Golfo lo más rápido posible. Lo único que Corexit ha demostrado es su eficacia para contaminar las aguas y el Golfo como un todo. ¿Por qué entonces la EPA y el gobierno federal insisten en su uso? Es interesante notar que ninguna de las declaraciones oficiales ni de la EPA, del estado o las compañías petroleras manifiestan que Corexit limpie las aguas. Ellos, sin embargo, en repetidas ocasiones dijeron que Corexit es “eficaz”, para inducir al público a pensar que Corexit limpia las aguas. Lo que Corexit hace muy eficientemente es hundir el petróleo bajo la superficie para que este no sea visto ni cuantificado. Corexit también divide el petróleo en pequeñas partículas expande la contaminación a lo largo y ancho; lo que hace que los problemas potenciales de exposición al tóxico para los seres humanos y toda la flora y la fauna sean exponencialmente peores.

LA EPA USA METODOS Y PROTOCOLOS ANTICUADOS DE LIMPIEZA EN EL DERRAME DE PETRÓLEO

En su página web, la EPA está de acuerdo en que el uso Corexit como una herramienta para limpiar el Golfo tiene cosas buenas y malas. La pregunta es, ¿dónde están los aspectos positivos? El petróleo no se limpia, pero las aguas y el ecosistema completo están contaminandos. Teniendo en cuenta la línea de acción del Gobierno Federal, parece que la tarea es empeorar las cosas, en lugar de mejorarlas. Incluso después de que BP pidío que se hicieran pruebas en el petróleo expulsado de la plataforma Deepwater Horizon con otros productos alternativos no tóxicos, cuya eficacia ya ha sido probada en la limpieza de derrames, la EPA se negó a permitir que las tecnologías alternativas fueran utilizadas.

Uno de los productos más apreciados sugeridos por los científicos y grupos ambientalistas y de conservación para limpiar derrames de petróleo es el Oil Spill Eater II, que no sólo está aprobado por la EPA, pero también aparece como parte de una lista oficial de productos para la limpieza de derrames de petróleo, denominado Plan Nacional de Contingencia plan (o lista de NCP) que han sido probados y aprobados como viables para situaciones de emergencia como la que está ocurriendo en el Golfo de México.

De acuerdo con la Alianza para el Rescate del Golfo, las solicitudes de BP para el uso en derrames de petróleo del producto Oil Pill Eater II fueron rechazados por la EPA y las autoridades regionales que controlan a los funcionarios del equipo de respuesta. The Real Agenda, recibió otros documentos que muestran las peticiones formales hechas por los Gobernadores de Louisiana, Alabama y Mississippi para utilizar o llevar a cabo ensayos con OSE II en sus estados. En junio de 2010, la EPA envió una carta al gobernador Jindal de Luisiana, negando el uso de métodos de biorremediación para limpiar el petróleo de la explosión ocurrida en la plataforma Deepwater Horizon. Documentos obtenidos por la Alianza para el Rescate del Golfo, la carta enviada a Jindal tenía una serie de inexactitudes y afirmaciones engañosas, y mostró una sorprendente falta de comprensión del proceso natural que la madre naturaleza sigue para limpiar un derrame de petróleo. Esto se hizo efectiva la eliminación del producto no contaminante OSE II que como se dijo anteriormente está en la lista de NCP para su uso en el Golfo de México. El único producto no tóxico que no encajaba con la descripción detallada de por qué la EPA determinó que la biorremediación tendría sólo un valor limitado, sin saberlo, influyó en la no utilización inmediata de OSE II. Cuando esto se señaló a la EPA en una carta posterior de enviada por OSEI Corporation, la empresa que fabrica y distribuye OSE II, la EPA ignoró la carta. El Jefe Legal de BP America, declaró en una conferencia telefónica con la Corporación OSEI, en septiembre de 2011 que BP no podría utilizar OSE II para tratar el vertido de petróleo debido a que “BP estaba obligado a acatar la decisión del gobierno” -obligado por el mandato de la EPA [a seguir usando] Corexit. En consecuencia, se estima por fuentes externas a BP que esta empresa podría “haber ahorrado un estimado de 36 mil millones en costos de limpieza si se hubiera aprobado el uso del producto alternativo a Corexit. Miembros de la Alianza para el Rescate del Golfo dicen poseer una voluminosa documentación que prueba que la EPA arbitrariamente bloquea cualquier intento de utilizar métodos ecológicos para limpiar el Golfo y en cambio prefiere usar Corexit sin tener en cuenta los daños causados a la vida marina y la salud pública que causa el dispersante químico Corexit.

El uso de tecnologías más amigables, no sólo podría haber salvado el ecosistema del Golfo en las primeras etapas del desastre, pero también habría reducido los costos del proceso de limpieza, tanto para el gobierno federal como para la propia BP y habría evitado el daño incalculable causado hasta ahora. En cambio, el desastre en el Golfo sigue poniendo en peligro todo y a todos por los altos niveles de contaminación tóxica, y los costos del proceso de limpieza – que se estiman ahora en las decenas de miles de millones de dólares- siguen multiplicándose.

Teniendo en cuenta la decisión de la EPA de no ayudar a resolver el desastre del derrame de petróleo en el Golfo de México, las organizaciones comunitarias como la Fundación Surfrider y el Centro de la Diversidad Biológica han presentado denuncias judiciales que piden a la EPA que lleve a cabo estudios a largo plazo que evalúen los impactos de Corexit en el medio ambiente y las especies en peligro de extinción. Se espera que estos juicios actúen como un llamado de atención a la EPA, NOAA y la Guardia Costera de los EE.UU., que parecen haber hecho un esfuerzo consciente para bloquear todas las alternativas dirigidas a la utilización de OSE II o cualquier otro producto respetuoso del medio ambiente y tecnologías o técnicas realmente eficaces para limpiar el Golfo con rapidez y eficacia.

Luis R. Miranda es un periodista con 15 años de experiencia. Él es el fundador y editor de The Real Agenda. Aprenda más sobre Luis aquí.

Gulf of Mexico Sea Floor Unstable, Fractured, Spilling Hydrocarbons

Oil and gas are still seeping unabated, says expert. Toxic leakage poses significant public health risks.

by Luis R. Miranda
The Real Agenda
October 10, 2011

The Gulf of Mexico disaster has not gone away. In fact, it has grown exponentially since the main stream media stopped talking about it. According to the Gulf Rescue Alliance, an organization composed of scientists, medical professionals and seafood industry professionals, among others, the problem cannot be simplified to the damage already caused by the oil spill. It is worse, much worse.

Pools of crude oil float on the surface of Gulf of Mexico waters at the site of the sunken BP/Transocean oil drill the Deepwater Horizon on April 27, 2010. Getty Images

The Real Agenda received exclusive information regarding the current state of the ongoing emergency in the Gulf of Mexico. The latest assessment performed by the Gulf Rescue Alliance reveals not only that the oil spill is still happening, but also that the Gulf of Mexico’s sea floor grew more unstable since the explosion in 2010. Additionally, analysis provided by experts like BK Lim, shows that the geohazards developed that derive from the rolling leakage of toxic matter, combined with the on-going use of the highly toxic chemical dispersant called Corexit will most likely result in the permanent decline of marine life, while posing out-of-control public health risks, just as it did after the Exxon Valdez spill where the same chemical dispersants were used resulting in a rapid decline of the marine life until, for example, the Herring industry completely collapsed and has never recovered since then.

In a letter dated 14 January, 2011 that was sent to Congressman Fred Upton, Chairman House Committee on Energy and Commerce, and Congressman John Shimkus Chairman Subcommittee on Environment and Economy,  BK Lim warned the congressmen and their committees about the current state of the sub-seabed in the Gulf of Mexico (GOM). In the document, an in-depth assessment of the emergency was provided. It explains why action must be taken immediately. The evaluation of the emergency in the Gulf conducted by Mr. Lim appears credible and is based on his 30 years of experience analyzing the geologic structure of both dry land and underwater drilling sites for major oil industry companies and leading geohazards contractors such as Fugro Geodetic (M) Sdn Bhd, TL Geohydrographics Sdn Bhd, and RPS Energy Pty Ltd.

The vaporization of enormous amounts of methane hydrates on a scale not seen before, the release of stresses between the lower and upper crust resulting in the abnormal occurrences of low magnitude, shallow earthquakes adjacent to the New Madrid Fault, the sub-seabed underground erosion in the vicinity of the shelf edge undermining the slope stability with possible tsunami-generating, giant, submarine landslides,” said Mr. Lim.

As we now know, the BP explosion that cost the lives of 11 workers was not an accident, but negligence at best and a conspiracy at worst. The latest assessment from the Gulf Rescue Alliance seems to reinforce the fact that BP drilled into the Macondo well with questionable regard for the damage it would cause to the well itself, the sea floor and the marine environment down below.

“There is no question that the oil seepages, gas columns, fissures and blowout craters in the seafloor around the Macondo wellhead, observed from the ROV videos, have been the direct result of indiscriminate drilling, grouting, injection of dispersant and other undisclosed recovery activities,” details the document sent to congressman Upton on January 14 of this year. The direct result of the Deepwater Horizon’s explosion was the massive destruction of life through miles of coastline. The less than adequate cleanup, which helped worsen the disaster, condemned the area to living with tons of toxic chemical dispersants that simply destroyed the eco systems and negatively affected the health of thousands of people who live nearby and millions of others who directly and indirectly depend on the fishing, tourism and natural beauty of the marine life, wildlife and environment.

A review of the documents and news articles during the days and weeks after the underwater explosion, clearly shows that BP was attempting to buy time with various delay tactics and was unwilling to reveal the truth and magnitude of the disaster. While BP was officially battling to kill well A their contractors and other vessels went about with other covert underwater operations, many of which did not seem to be in sync with the urgency of killing “a third undisclosed well which was gushing even more oil”. For example there was this video showing a ROV brushing of the name of another oil company from a new BOP brought into the vicinity of the Macondo wells. BP Clean off Co Logo on BOP – why? on 9 June 2010.Other videos showed oil gushing from craters on the seafloor and ROV activities (blasting (demolition?), cutting and removal of well casings on the seafloor and from a hole (another well?), dismantling BOP, grouting of seafloor tens to over hundreds of meters away from well A. How could a BOP be dangling for two weeks from 3 to 16 July while BP was showing to the world’s audience the killing and capping of supposedly the only spewing well A from June till 15 July?

In fact, in early media reports animated graphics suggested 3 different leaks locations. BP admitted initially 3 leaks but conveniently reduced to only 1 later; ignoring to explain the “why, when and how”. BP had maintained from the start they had drilled only 1 well. From my analysis in early Aug 2010 I concluded BP could not have drilled only 1 well. They must have drilled 3 wells to account for all the conflicting information. See media reports here.

Videos also confirmed that even as early as May to June, oil and gas were already spewing from the seafloor as far as 7 to over 20 miles from Well A. A satellite photo on 25 May suggests a good correlation between the seabed oil spewing and with the faults and Salt Domes.

Evidently, numerous Youtube video postings not only confirm that BP and multiple federal agencies who were on the scene were not revealing all to the public, but that unknown quantities of hydrocarbons were still leaking out from the reservoir at high pressure and seeping through multiple fault lines to the seabed. “It is not possible to “cap” this oil,” reads Mr. Lim’s analysis. “Until a solution is found to seal these fissures, the hydrocarbons, including Hydrogen Sulfide (H2S), will continue to leak uncontrollably”.

WHAT IS NOW HAPPENING BELOW THE GULF’S WATERS?

The document sent to congressman Fred Upton is accompanied by photos, videos and other documentation that support the concerns expressed by the Gulf Rescue Alliance. Just as a doctor with years of experience in viewing and analyzing x-rays can immediately see a fractured bone or other ailment when a laymen would not see it or understand it’s importance, Lim has years of experience in viewing underwater videos of oil and gas seepage and can quickly see and analyze what is occurring where a laymen would not pick up on it. In his letter, Lim describes what is occurring in a series of underwater videos taken by ROV’s around and near the wellhead.

In one of the videos, Well A, as it is known, appears to be releasing clouds of methane saturated seawater, gas bubbles of methane and re-crystallized methane crystals floating close to the seabed in the vicinity of the Macondo wellhead. On top of this, says the letter, it is also possible to see new fissures and a bulging seabed developing together with an already blown crater.

A second video shows how the very rope that guides the surveying ROV disappears into a dense, darkish cloud of oily fluid. Lim’s document explains how grout materials and old drilling mud that were previously taken to higher altitudes by columns of gas in the water can be seen in the video falling back onto the sea floor. These columns of gas are coming from newly activated venting fissures formed due to sea floor instability and fragility. Viewers can also see re-crystallized methane which appears as transparent and light multicolor materials floating in the water.

The third video shows the “periodic expulsion of the gas through one of the fissures on the seabed. Like geysers, the escaping gas needs to accumulate beneath the top sediment cover until the built-up pressure exceeds the combined water-column and overburden pressure just before each periodic expulsion,” explains the report compiled by the Alliance. According to images obtained from a ROV video, there are pools of tar/oil sediment all over the seafloor which are the direct result of the oil spill.

Although it is very difficult, under the current circumstances, to obtain clear footage of what is going on at that depth, my extensive training and experience in analyzing these types of situations, combined with these footages and others which I have access to, provides proof that oil and gas are still seeping unabated from the uncontrolled leaking reservoir,” warns BK Lim on his letter sent to congressmen Upton and Shimkus on 14 January, 2011.

Independently collected video footage from places like Saint Louis Bay Beach, Pensacola Beach, Santa Rosa Beach, Bon Secour National Wildlife Refuge and other places around the Gulf shows large amounts of fresh Corexit foam on the beach. As Corexit can only be used to sink fresh oil within the first couple of days of it coming up out of the ground, it is yet another indicator that there is an on-going attempt to sink fresh oil below the surface. Surficial bitumen layers (oil tarballs) that made it to the water surface as recently as September 6, due to storm surge are also coming up in massive amounts. According to sources close to the Gulf Rescue Alliance, on August 18, 2011, members of EcoRigs, went out and collected surface water samples that contained crude oil which they believed belonged to the ongoing BP oil spill. They also recorded video evidence of a heavy oil slick on Long Beach Mississippi. The water / oil samples were examined by independent laboratories and the first of those samples to return from the lab on the 28th of September confirmed their concerns: the oil was BP’s and from the Macondo reservoir.

Water sample analysis conducted independently by EcoRigs shows a positive correlation to BP’s oil spill samples. “The presence of fresh BP MC 252 crude oil in surface waters 2 to 14 months after the well was reported to have been capped suggests that crude oil from the BP DWH MC 252 field may have found new pathways to the seafloor.” The evaluations conducted also reveal that the toxic chemical Corexit is now being applied to the subsurface leak located 1500 meters beneath the ocean’s surface at the wellhead. This is done with the intention of further decomposing the oil so that the smaller particles do not make it to the surface and the continuing oil spill can be easily kept from the public eye.

ANOTHER MISHANDLED DISASTER

Just as with Katrina, more than a year into the Gulf of Mexico oil spill, the Federal government has shown its ineptitude to adequately solving the consequences of a major disaster. In separate documents gathered by the Gulf Rescue Alliance, more revealing details are provided about how BP and the government handled the oil spill disaster. “The blown crater at the undisclosed 3rd well was spewing more than 100,000 barrels per day. (100,000 barrels estimate was based on the quantity of oil seen on the surface). Even worse the highly corrosive mix of brine, gas and oil ingresses into every crevices and permeable sections of the formation, creating new pathways to the seafloor,” says Mr. Lim. The Alliance subscribed to the standard industrial practice of conducting a detailed seafloor survey as immediately possible, to establish the extent of the seafloor damage following the well blowout. Just as an X-ray would help the surgeon in pin-pointing and planning the most appropriate surgical procedure, such a detailed seafloor and sub-seabed scan would most certainly provide the most strategic approach to stopping the release of hydrocarbons from the beleaguered well or wells. After ignoring repeated calls for such a seafloor survey since the blowout, BP and NOAA suddenly announced such a research survey using the NOAA Okeanos Explorer 15 months later. The only logical conclusion to this late survey is:

“A seafloor survey then (within the first few months) would reveal the ugly truths about the broken seafloor and precarious salt formation they were trying so hard to hide,” continued Mr. Lim. After more than a year of grouting, patching up and destroying all critical evidence in the seabed around the Macondo wells they (BP) were confident enough, the “modified seafloor” would not be incriminating to them. According to Mr. Lim, British Petroleum was very careful not to mention the fact they had drilled 3 wells. If this fact had come out, it would have caused a bomb and they could have been indicted for drilling without permission. “That is what they fear most,” says Lim. BP was also careful to isolate drilling crews away from each other, which according to Lim,  is against safety rules because drilling need to be briefed on hazardous and technical problems encountered at earlier drilling stages. Although BP may not have expected the three wells to blow up, this was an almost sure outcome due to the interconnected shallow gas formation (which was one of the main causes of their numerous problems). Further, after urgent requests for recommendations, a formal request was made to the Coast Guard on behalf of Constituent David Fakouri with the Louisiana Economic Foundation demanding seafloor survey and damage assessment be done with a 3rd party observer, but the request was denied.

The recent seafloor survey went on to have totally different emphasis and priorities. This led geohazards expert BK Lim to conclude as follows:

The vessel’s track history seemed to suggest higher emphasis in the south-western edges of the Biloxi Dome, the southern edged of Whiting Dome and generally south of the Macondo prospects. While there may yet be geologically valid reasons for the emphasis south of the Macondo wells, the shelf edges 6 to 8 km north-west of Macondo Wells and the badly eroded north-western edges of Whiting Dome should at least be surveyed with some grid-lines (see areas P1 and P2).

BP’s vessels had been observed working for quite some time in both areas. The 22 mile long underwater plume (first denied by BP and later confirmed by many independent research cruises), was suspected to have originated from the cracks in the seafloor at these locations. By avoiding these critical areas, can the present survey investigation be truly objective and independent in investigating the truth of the Macondo Blowout?

Almost all the oil sightings are north of the Macondo wells, not south. Why did the survey deliberately (?) avoid the shelf edges north of Macondo. In March 2011, new oil spills were suspected to have come from “leaks in the seabed” north of the Matherhorn field. The shelf edges bordering the Mississippi-Alabama Shelf, appear pretty fractured with large crevices and in potential danger of sliding into gigantic submarine landslides. Submarine landslides are more effective in generating tsunami than quakes without significant landslides. Both the 2011 Japan and 2004 Sumatra Quakes had giant tsunamis due to the accompanying large submarine mass displacement.”

During the first few weeks of the disaster, there was a struggle within BP between thosewho wanted to come clean about the reality of the situation and another group that wanted to cover it up. Apparently the latter group managed to win the struggle and they decided to use the well with the least of the problems (the first and shallowest, Well A, which was drilled to about 5,000 feet below mudline) to be the one staged for the world media as the “show capping” of an oil spill. The third and bigger leak at Well 3, which the late Matt Simmons kept asserting was “the deepest well that reached the Macondo oil resevoir”, was kept out of the public limelight.

A confidential source informed The Real Agenda that credible scientific evidence has been gathered giving high probability to allegations that oil is, in fact, still leaking and that inadequate oil spill response protocols were employed by the EPA, Coast Guard and other officials at Federal and State levels throughout the disaster. According to the source, the compilation of the scientific evidence is not just an edict of worrisome errors but criminal negligence resulting in a worsened tragedy throughout the Gulf States and Gulf of Mexico Ecosystem resulting in serious human health consequences—with EPA being at the head of that mismanagement.

The source further reports that between May 2010 and March 2011 long after the reported capping of the BP well in July of 2010 the average toxicity levels in the Gulf Region waters from Texas to Florida were persisting at unsafe levels and that, in some cases, they were thousands of times higher than EPA established safety threshold levels. It was during this same period of time that federal government agencies put out propaganda saying everything on the Gulf of Mexico was safe, including seafood, air and sea water.

It has been alleged that NOAA’s testing methods were flawed resulting in the “all is safe now in the Gulf” proclamation by responsible agencies. A separate concern is the fact that BP has a $500 million fund paying for continuing studies on the after effects of the spill and use of Corexit leading to concerns by independent scientists over the transparency and availability of this information to the public. Scientists under BP or government contracts conducting studies are not permitted to publicize or discuss any of their data until delivered to their employers. With some of these studies estimated to take several years, the public won’t know the truth until years later.

On September 13, 2011 new oil was seen close to where the original BP oil explosion occurred. Due to the fact the EPA insists on using Corexit as the only possible solution to the problem, the most important issue up to this point -the dire consequences of using Corexit- are not being addressed. Corexit not only contaminates the Gulf of Mexico and the human populations established throughout, but also is ineffective remediating the core problem: cleaning the Gulf waters as fast as possible. The only thing Corexit has proven is its effectiveness to pollute the waters and the Gulf as a whole. Why then does the EPA and the federal government insist on using it? It is interesting to note that none of the official statements by either the EPA or the oil companies state that Corexit cleans up the waters. They do, however, repeatedly state that Corexit is “effective”, which misleads the public into thinking that Corexit is cleaning up the waters. What Corexit is effective at is sinking it below the surface where it is difficult to see and quantify just how much is there, and breaking it up into small particles and spreading the contamination far and wide making the potential problems of toxic exposure to both humans and all the flora and fauna exponentially worse.

EPA ENFORCES ANTIQUATED OIL SPILL CLEAN UP PROTOCOLS

On its website, the EPA mildly agrees that using Corexit as a tool to clean the Gulf has “trade offs”. The question is, where are the positives? The oil is not being cleaned, but the waters and the complete ecosystem are being contaminated. Given the Federal Government’s line of action, it seems the task at hand is to make things worse, instead of better. Even after BP requested to test on the DWH oil already-proven, effective, non-toxic alternative oil spill cleanup technologies the EPA refused to allow those alternative technologies to be utilized.

One of the most highly regarded products suggested by scientists and environmental and conservation groups is Oil Spill Eater II, which is not only approved by the EPA, but also listed as part of an official list of products for oil spill cleanup, called the National Contingency Plan (or NCP List) that have been tested and approved as workable for emergencies like the one now taking place in the Gulf of Mexico.

According to the Gulf Rescue Alliance, BP’s requests to use Oil Spill Eater II were denied by the EPA and regional federally controlled response team officials. The Real Agenda additionally received documents showing formal requests were made by the Governor of Louisiana Mississippi and Alabama to use or conduct trials on OSE II in their states. In June 2010, the EPA sent a letter to Louisiana Governor Jindal denying the use of bioremediation methods for the DWH oil. Per documents obtained by the Gulf Rescue Alliance, the letter had a number of inaccuracies and misleading statements in it, and showed a surprising lack of understanding of the natural process that mother nature follows to clean up an oil spill. This effectively took off the table all but one of the non-toxic products on the NCP list for use in the Gulf of Mexico blowout. The only non-toxic product which did not fit under the detailed description of why the EPA stated that bioremediation would have only limited value, unwittingly made the case for the immediate use of OSE II. When this was pointed out to the EPA in a subsequent letter by OSEI, the company that manufactures and distributes OSE II, the EPA ignored the letter. BP America’s Chief Counsel stated in a conference call with the OSEI Corporation, in September of 2011 that BP was not able to use OSE II to treat the oil disaster because “BP is bound by the government’s decision” —bound by the EPA mandate [to keep using Corexit]. Consequently, it is estimated by sources outside of BP that BP could “have saved an estimated $36 billion in clean up costs if they had deployed the EPA approved alternative to Corexit. Gulf Rescue Alliance members state that it is in possession of voluminous documentation that indicates the EPA arbitrarily blocks any attempt to use environmentally friendly methods to clean the Gulf and instead prefers to use Corexit with no regard for the marine life and public’s health from the now proven to be fatally toxic chemical dispersant.

The use of friendlier technologies could not have only saved the Gulf’s ecosystem in the earlier stages of the disaster, but it would have also reduced the costs of the clean-up process for both the federal government and BP itself and prevented untold damage. Instead, the disaster in the Gulf continues to endanger everything and everyone as the toxic contamination spreads, and the costs of the clean-up process -which are now estimated in the tens of billions of dollars- continue to skyrocket.

Given the EPA’s decision not to help resolve the oil spill disaster in the Gulf of Mexico, community organizations such as the Surfrider Foundation and the Center for Biological Diversity have filed lawsuitsthat ask the EPA to conduct long-term studies that evaluate the impacts of Corexit on the environment and endangered species. It is expected that these lawsuits will act as a wake-up call to the EPA, NOAA and the U.S. Coast Guard, which appear to have made a conscious effort to block all alternatives directed towards the use of OSE II or any other environmentally friendly and truly effective technologies or techniques to clean the Gulf swiftly and effectively.

Luis R. Miranda is a Journalist with 15 years of experience. He is the founder and editor of The Real Agenda. Learn  more about Luis here.


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