Por Luis R. Miranda
The Real Agenda
Septiembre 29, 2010
Esta nueva especie de salmón, literalmente, cultivado en un laboratorio, pondrá fin a la población natural de salmón en tan sólo unas pocas generaciones. Entre los genes que estos salmones contienen se encuentran anguila, insectos y arácnidos.
¿Le gustaría comer un pescado con esta apariencia?
La FDA está a punto de aprobar salmón genéticamente modificado para el consumo público, lo cual crea preocupaciones lógicas pues este salmón no será etiquetado como transgénico. La inclusión de genes extraños en el salmón que se consume en miles de hogares alrededor del mundo, implica que todos los consumidores ingerirán productos contaminados con estos genes. El resultado según se ha mostrado, es que estos genes extraños interactuen con los humanos y causen cambios en la composición genética.
Sin embargo, la FDA insiste en que no se etiquete el salmón genéticamente modificado. Usted, el consumidor, sólo tiene que preguntarse: ¿Porqué no se nos permite saber lo que estamos comiendo realmente?
La industria biotecnológica tiene este absurdo pensamiento que el etiquetado de alimentos transgénicos “confundiría” a los consumidores. David Edwards, el director de biotecnología animal en la Biotechnology Industry Organization, lo explicó de esta manera: “Extra etiquetado sólo confunde al consumidor”, dice. “Se distinguen los productos que no son diferentes.”
El único problema es que SON diferentes. Si fueran realmente iguales, entonces la empresa AquAdvantage no estaría produciendolos. El salmón genéticamente modificado es criado con la hormona del crecimiento para hacerlos crecer más rápidamente. No sé de donde David Edwards está recibiendo su información, pero en el resto del mundo, cuando algo es diferente, eso significa que es diferente.
Si no es diferente, ¿por qué tantos procesos de producción de salmones transgénicos son patentados? Si no es diferente, no habría nada que patentar. Todo el propósito de una patente es hacer una reclamación legal que se “inventó algo diferente”.
La industria del salmón transgénico no puede tener las dos cosas, ya ves. Ellos no pueden pretender que es tan único que sus tecnologías y los animales deben ser de propiedad solo de ellos o patentados, sin embargo, cuando se trata de etiquetarlos, dicen que no hay diferencias. Es bien diferente o no lo es, y en el caso de los salmones transgénicos, sólo un mentiroso absoluto lo miraría a los ojos y le diría que el salmón transgénico es idéntico al salmón natural.
La FDA insiste en mantener a la gente en la oscuridad
La FDA, afirma que sería contra la ley exigir el etiquetado de los alimentos transgénicos. Esta agencia afirma que, dado que el salmón es idéntico al salmón natural (“no es diferente”, dicen), no pueden exigir que se etiqueten de forma diferente.
El código genético del salmón transgénico es diferente, y ese código genético está impreso en cada célula de la carne del pescado, los consumidores están comprando los peces modificados genéticamente con un código genético diferente cuyo único objetivo es alterar la bioquímica del pescado para que crezcan con mayor rapidez. Por lo tanto, la expresión física del salmón transgénico es, por definición, diferente de la expresión física de salmón regular. Cuando usted come salmón modificado genéticamente, está comiendo algo que es diferente al natural.
Jugando a Engañar con Palabras
Lo que la FDA y la industria biotecnológica están haciendo con el tema del salmón transgénico es haciendo juegos de palabras, tratando de confundir a los consumidores con frases intencionalmente diseñadas para engañar y desinformar. Ya han decidido que quieren aprobar el salmón transgénico y no quieren que sea etiquetado como tal. En esencia, quieren engañar a los consumidores para que compren salmón transgénico, haciéndoles pensar que son salmones naturales.
El problema con esta charlatanería de la FDA es que la gente no es tan estúpida como la FDA piensa, y no van a ser engañados por este salmón modificado genéticamente. Eso es así porque inmediatamente después que la FDA apruebe el presente Frankenfish, una larga lista de personas informadas al respecto, alertarán al mundo entero sobre el asunto:
Verdad # 1) Salmón transgénico es diferente del salmón regular.
Verdad # 2) La FDA está haciendo todo lo posible para que el salmón no sea etiquetado.
Se trata de un producto nocivo y el público va a estar indignado que la FDA introduzca un pez genéticamente modificado en el suministro de alimentos, sin que sea precisa la etiqueta! Vamos a estar viendo este tema de cerca, a la espera de la decisión final de la FDA. Si la FDA decide traicionar una vez más al público sobre este asunto, no se sorprenda en lo absoluto. Pero vamos a estar vigilantes y vamos a pedir su ayuda para difundir la información y tomar medidas para exigir que el salmón genéticamente modificado sea etiquetado de manera clara de modo que los consumidores sepan qué están comprando realmente.
El problema se magnificará, pues el no etiquetado del salmón se tornará una política a adoptar por productores y vendedores alrededor del mundo. Con esto, más y más consumidores estarán consumiendo salmón transgénico sin darse cuenta. Muchas de estas determinaciones (las de no etiquetar productos transgénicos) son incluidas en los tratados de libre comercio que se firman entre países desarrollados y otros en desarrollo, por lo que los países que participan en estos acuerdos no tienen, de entrada, ningún argumento legal para rechazar el no etiquetado de cualquier producto. La única solución es la de declarar esos tratados de libre comercio inconstitucionales y abandonar sus políticas.
No sé usted, pero yo no quiero comer salmón modificado genéticamente. Y no quiero que la FDA o el gobierno lo empujen en mi boca, haciéndome tratar de adivinar si el salmón es real o de ingeniería artificial. Este juego debe terminar!