Acabar con monedas reserva y el control financiero centralizado

POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | 21 SEPTIEMBRE 2012

Durante muchos años, los Estados Unidos ha disfrutado de una ventaja injusta con respecto al resto del mundo: casi todo el comercio internacional se realiza en dólares estadounidenses. Tanto amigos como enemigos de los EE.UU. han tenido que comprar materias primas, partes, productos terminados, pagar aranceles y tasas de cambio en dólares debido a que el mundo aceptó la moneda estadounidense como un instrumento fuertemente posicionado respaldado por el poderío económico y militar de ese país norteamericano.

El resultado de tener una moneda de reserva, tanto para los EE.UU. como para el resto del mundo es claro: los estadounidenses han disfrutado de décadas de abundancia, en gran parte porque casi todo lo que es necesario para vivir se ha comprado y pagado en dólares estadounidenses. Desde el petróleo hasta los alimentos básicos, los países y las empresas utilizan el dólar de EE.UU. para completar transacciones comerciales.

Pero la abundancia de los estadounidenses no fue la única consecuencia — u objetivo, dependiendo de cómo se vea. Debido a que el dólar de EE.UU. fue la moneda de reserva del mundo, su valor se mantuvo artificialmente alto. Personas, empresas y otros países compraron dólares para usarlos en sus actividades diarias, tales como gastos de viaje, intercambio de divisas en transacciones de pequeños y grandes volúmenes.

El valor de la moneda, especialmente una ‘fiat’ como lo es el dólar de EE.UU., es artificial, ya que después de que el banco central decide imprimir dinero más allá de lo que un país produce — PIB — con el fin de promover una economía basada en la deuda, es sólo una cuestión de tiempo antes de que las ruedas del camión se aflojen. En el caso de los Estados Unidos, tres de las cuatro ruedas ya han caído. La moneda de EE.UU. ha sido hiper-inflado de forma controlada desde la creación de la Reserva Federal, que es el mismo sistema de poder centralizado utilizado en casi todos los países, no importa si es desarrollado, en desarrollo o subdesarrollados.

Hoy en día, el valor del dólar, el euro, el peso o el real no representan la capacidad de un país para producir, innovar y vender productos en los mercados locales, regionales e internacionales a través de acuerdos bilaterales o multilaterales. El valor de las monedas es fijado por las instituciones bancarias y luego libremente manipulado por los mercados artificialmente administrados, y no por el verdadero capitalismo de libre mercado.

El tipo de “contrato comercial” que ayudó a los EE.UU. a establece su moneda como “moneda de reserva mundial” y que proporcionó la ventaja injusta frente a sus socios comerciales y competidores está llegando a su fin. El surgimiento de China como uno de los mayores productores — a través de procedimientos y normas cuestionables por decir lo menos — junto con la posición económica débil de Estados Unidos en el escenario mundial, ha llevado a los países a buscar formas alternativas de completar transacciones comerciales que hacen no utilizar dólares estadounidenses.

Aquellos que compiten con Estados Unidos, especialmente los que prestan dinero al país, se dieron cuenta de que Estados Unidos probablemente irá a la banca rota debido a los niveles de deuda que tiene, lo que abonado a una moneda devaluada que no valdrá mucho, les ha hecho utilizar sus propias monedas en lugar del dólar de EE.UU..

Por ejemplo, China y Rusia han cerrado varios acuerdos para realizar transacciones comerciales en sus propias monedas, en lugar de usar  dólares. Los chinos y los rusos, al parecer, se enteraron de que mediante el uso del yuan y el rublo, no están solamente valorizando sus monedas, pero también evitan pagar el “impuesto de dólar”, o el costo de tener que comprar y vender en dólares estadounidenses, lo que les había mantenido en una situación de desventaja competitiva frente a su rival comercial y militar.

La devaluación del dólar debido a la manipulación bancaria llevada a cabo por la Reserva Federal o el debilitamiento de la moneda en los mercados internacionales, es una mala noticia para el pueblo estadounidense, ya que significa que si el dólar no puede mantener su estatus de moneda reserva, todo va a ser más caro para ellos: materias primas, alimentos, energía, tipos de interés, etc, pero peor que todo eso es que la demanda de dólares estadounidenses en el mundo se reducirá significativamente, lo que en sí mismo hará que el dólar sea menos atractivo para comercializar bienes y servicios.

La pérdida de valor de la moneda estadounidense también agravará otro problema: la deuda de EE.UU.. El país ha sido durante mucho tiempo la mejor nación deudora del mundo, porque sus prestamistas pensaron que al tener la moneda reserva del mundo les garantizaría que los préstamos serían pagados en su totalidad. Pero ahora, la realidad muestra lo contrario.

La caída del dólar de su pedestal de  “moneda reserva mundial” también hará que sea más caro para EE.UU. pagar su deuda actual, así como la deuda que en la que va a incurrir en los próximos años y décadas. Cuanto más débil es el dólar, más caro se vuelve para los EE.UU. pagar sus deudas. Este escenario se ve ahora en España, Grecia, Italia y Portugal, que han entregado su soberanía a las instituciones bancarias extranjeras a cambio de “rescates financieros”.

Aunque la sabiduría popular sugiere que el endeudamiento de EE.UU. con China sería la peor situación posible mientras que el dólar declina, en realidad hay un escenario peor y este no incluye a China. El prestamista principal de EE.UU. no es más China, sino el Sistema Bancario Centralizado, representado por la Reserva Federal, una institución privada que vela por los intereses de un consorcio bancario internacional con sede en el extranjero, no en los Estados Unidos.

La mafia bancaria continuará prestando voluntariamente a los EE.UU. porque toda la deuda creada por la Reserva Federal en nombre de los Estados Unidos y su pueblo siempre tiene una manera de ser pagada. Los Estados Unidos, al igual que muchos otros países en el mundo hipoteca la vida de las personas presentes y futuras cobrándoles impuestos hasta el día de su muerte para pagar intereses sobre la creciente deuda.

Esta “confianza” que las instituciones bancarias tienen en los Estados Unidos y otras naciones sólo puede romperse si el dólar falla como la moneda reserva mundial. Es por eso que los banqueros europeos han creado monedas paralelas como el euro, el cual también pretenden colapsar el fin de establecer una especie de forma electrónica de comercio.

Al mismo tiempo, y mientras sea posible, individuos poderosos que han hecho sus fortunas a través de prácticas engañosas, como George Soros, así como otros gobiernos, han comenzado una carrera para deshacerse de sus reservas en dólares — un hecho que también debilita la moneda norteamericana — para invertir en oro, metales raros plata y otros instrumentos valiosos. La venta de fondos en dólares a otras monedas, metales preciosos o materias primas amenaza con acelerar la caída de la moneda reserva mundial aún más, como sucede con cualquier otro producto que deja de ser consumido.

La caída del dólar ha envalentonado a países como China para considerar seriamente dejar que su moneda fluctúe libremente en el mercado abierto. Esta práctica está programada para comenzar en 2015 y continuará hasta el año 2017. Los chinos apuestan a que en 2015 el dólar va a estar lo suficientemente para no poder competir directamente con el Yuan.

Pero en un mundo financiero donde casi todo es falso, no hay ninguna razón para creer que el gobierno de Estados Unidos o las instituciones bancarias que su gobierno representa no se van a plantear una manera de ralentizar o detener el colapso de su moneda. Muchos expertos financieros esperan lo contrario, sin embargo. Algunos de ellos incluso creen que el colapso del dólar va a pasar en algún momento entre el invierno de 2012 y la primavera de 2013.

Si hay una cosa que el mundo ha aprendido que naciones independientes que establecen acuerdos comerciales de manera bilateral o multilateral, están en mejor situación que aquellas que son prisioneras de una moneda común con un sistema de poder financiero centralizado. La única razón por la que el mundo está dominado por una moneda común y las llamadas Uniones Políticas y Comerciales, es porque esos esquemas facilitan controles monopólicos, que es lo que la mafia bancaria internacional busca tener.

El euro es un claro ejemplo de cómo un monopólio funciona perfectamente cuando un grupo de oligarcas tiene la intención de crear economías artificialmente para luego colapsarlas y así consolidar poder. Para los miembros de esa oligarquía el sistema funciona muy bien. Para el resto de nosotros, es mejor acabar con monedas reserva que proporcionan ventajas injustas, así como el poder centralizado que sólo rinde beneficios para la élite anglo-sajóna.

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Sistema Financiero es Fraudulento y la Causa de la Crisis

POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | 10 JUNIO 2012

Le tomó casi 100 años para a los globalistas en el control de los sistemas financieros y bancarios para darse cuenta de que su esquema basado en endeudamiento no puede ser utilizado para explotar a la gente y los recursos del planeta. Ya en 1913, los barones bancários decidieron que iban a controlar la emisión y el flujo de dinero con un sistema que constantemente mantiene a todas las naciones del mundo en deuda con las instituciones financieras supranacionales creadas por las entidades bancarias privadas. Estas entidades crean el dinero de la nada, se lo prestan a las naciones esclavas, cuyos gobernantes endeudan a las generaciones futuras. Mientras tanto, los bancos obtienen una jugosa ganancia al tiempo que garantizan que personas que ni siquiera han nacido tendrán que trabajar toda su vida para pagar los intereses sobre la deuda que nunca acaba. Este ciclo se repite continuamente.

Hoy en día, los medios de comunicación corporativos omite detalles sobre el último encuentro del grupo Bilderberg en Virginia, Estados Unidos, pero sí reservan tiempo para promover el hecho de que las entidades bancarias que llevaron la economía global al precipicio, se convencieron finalmente de que su modelo ya no funciona. Es importante entender que cuando dicen que no funciona, implícitamente significa que no pueden seguir defraudando al mundo con este. Lo que los principales medios de comunicación no están diciendo a la gente es que la mafia global actual tiene la intención de implementar un nuevo sistema bajo el cual se mantendrá en control, pero con más poder por ende que podrán crear aún más esclavitud. Tanto los directores del Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo han dicho que es hora de acabar con el resto de los estados-nación y dar paso a una organización financiera mundial que dicte las políticas económicas, ambientales y financieras, lo que será hecho bajo el control monopólico de los mismos banqueros.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, calificó el actual sistema impuesto por los bancos centrales como “insostenible” y una vez más culpó a los gobiernos de las naciones que no aceptaron las directivas de los banqueros como responsables de la grave crisis económica y financiera mundial . Él dijo que los líderes han sido lentos para responder a la crisis de la deuda soberana, la cual también fue fabricada por las instituciones bancarias internacionales. “La configuración que teníamos hace 10 años, que se consideraba sostenible, ha demostrado ahora ser insostenible si no se llevan a cabo medidas adicionales”, dijo Draghi. Se olvida de mencionar el hecho de que la crisis que sufrimos es una consecuencia de la creación y venta de derivatives creados y vendidos por los banqueros, así como de los credit default swaps como las formas más nuevas y de moda de inversión que más tarde acabaron con el dinero de los pueblos en que usaron fondos de pensiones, cuentas de jubilación, el ahorro de la seguridad social y así sucesivamente para adquirir estos productos tóxicos. Otro detalle importante no mencionado por Draghi es que la globalización de la economía ha servido como una plataforma perfecta para hacerse aún más con el control.

Después de crear el problema, los banqueros presentaron su rescate y los programas de austeridad como una “solución” para poner en marcha la economía, pero como ya hemos informado, solo se trataba de un paso más en el proceso de consolidación de las naciones endeudadas, como Islandia, Grecia, y los nuevos  como España, Portugal, Francia, Estados Unidos y Alemania. La austeridad llegó en forma de recortes a los programas de ayuda social en los que dependen millones de personas en esos países, y los rescates de los bancos internacionales en forma de paquetes de ayuda financiera. Como están las cosas hoy en día, los banqueros recibieron ayuda y las personas fueron desechadas. Pero miles de millones de dólares en paquetes de rescate financiero no fueron suficientes para los banqueros. Ellos querían más. Ellos querían el control total. Como sus programas de rescate no resultaron en un control total, ahora los banqueros se están desplazando al plan B, que incluye la adquisición completa de otros estados-nación a través de un perpetuo estado de guerra que justifica su robo de los recursos naturales y la centralización de toda actividad humana.

Después de la creación y venta del problema a través de continuas amenazas que advertían sobre el colapso total del sistema financiero mundial — una situación que ellos buscaron y provocaron — si los gobiernos no rescataban a los bancos. Globalistas como Herman Van Rompuy, Jean Claude Trichet, y Manuel José Barroso trataron de crear pánico, para que los políticos adoptaran las medidas de austeridad ilegales llevadas a cabo, así como el rescate de los bancos que eran demasiado grandes para quebrar. Después de los banqueros apostar por los productos financieros tóxicos que sabían que no tendría pasarían la más sencilla prueba de legalidad, los bancos se escaparon con el 97 por ciento del dinero de los inversionistas quienes confiaron en modelos de calculo de riesgo ilegítimos para usar el dinero de sus clientes mientras las instituciones financieras solo arriesgaron entre un 2 o 3 por ciento de su propio dinero.

De repente, los bancos y sus instituciones ya no son capaces de mantener sus castillos de arena apoyados en los pilares de degeneración financiera, exceso de confianza, codicia y arrogancia financiera. “¿Puede el E.C.B. llenar el vacío dejado por la falta de un poder centralizado en la zona del euro “, se preguntó Draghi. “La respuesta es no.” Por supuesto que no. Los banqueros quieren un nuevo sistema que les permita operar sin tener que rendir cuentas que les de más libertad para seguir tomando riesgos, hipotecando el futuro de las clases trabajadoras de todo el mundo. Al igual que en el pasado reciente, los banqueros están advirtiendo que la inacción, la liquidación de la deuda o reglamentos más efectivos significarían un contagio generalizado de los bancos y las economías que se produciría con mayor facilidad y rapidez debido a la interconexión de la economía mundial. Los bancos están buscando la desregulación completa y un esquema de auto gobierno para no tener que rendir cuentas a ningún gobierno. Pero fue precisamente la falta de regulación bancaria lo que permitió a los banqueros hacer lo que hicieron: someter al mundo en un profundo agujero negro de deuda de la que no hay manera de salir.

La eliminación de la Ley Glass-Steagall de 1933, que había frenado con éxito el hambre de los banqueros para el negocio arriesgado, provocó una cadena de acontecimientos que todavía está en curso. Los bancos que necesitan rescates, porque supuestamente son demasiado grandes para quebrar, los gobiernos, sin dinero en efectivo para cumplir con sus obligaciones, los fondos de pensiones cuyas arcas están vacías, la  corrupción financiera fuera de control, los productos de inversión tóxicos y artificiales, etc.. “Fue la mayor transferencia de dinero de las clases trabajadoras a las personas más ricas de la historia humana”, dice Russ Roberts, el anfitrión de Econtalk. “Fue malo para la democracia y para el capitalismo.” La solución, de acuerdo con los banqueros, sin embargo, es la creación de un fondo de seguro, el cual será pagado por los contribuyentes de todo el mundo, para asegurarle a los bancos que siempre habrá un plan de rescate listo para sacarlos de sus inversiones de riesgo. Eso no sólo crea el incentivo financiero para centralizar aún más el poder económico, sino que también eliminará el proceso natural de libre mercado, la rendición de cuentas y la prevención de no arriesgar más de lo que puedas pagar. Un fondo financiero mundial le permitirá a los banqueros arriesgar aún más, ya que pueden contar con una clase obrera que proporcionará el fruto de su trabajo para rescatarlos cada vez que lo necesiten.

Allan Greenspan, el jefe de la Reserva Federal en 2008, dijo en audiencias del Congreso que él no sabía lo que había sucedido, que él pensaba que los banqueros serían capaces de regularse a sí mismos. Dijo que creía que los bancos tenían la capacidad de evaluar su propio riesgo. Y así lo hicieron. Es por eso que por cada 100 dólares que los bancos arriesgaron, sólo tres dólares eran de su propio dinero. El resto era dinero de los gobiernos, fondos de pensiones, cuentas de ahorro, etc. Greenspan fue el hombre que estaba sentado en la silla de oro de la Reserva Federal cuando el proceso de desregulación bancaria más grande tuvo lugar en las administraciones anteriores, y sabía exactamente el potencial que esta desregulación podría crear para las instituciones financieras que quedarían fuera de control, sin necesidad de rendir cuentas. Ahora que su sistema se ha destapado como fraudulento, los banqueros están utilizando más analogías para describir las supuestas amenazas que surgirían si los gobiernos deciden no renunciar a su soberanía por completo. El último de ellos es que la crisis de la deuda es una “bomba de tiempo”. Los banqueros no quieren comprar la deuda del gobierno, lo cual deberían hacer, y entonces llaman esta iniciativa de “el gatillo que detonará la bomba de tiempo”.

La iniciativa de hacer que los bancos compren la deuda de nuevo, no sería una solución a la crisis de deuda soberana, sin embargo. De hecho, en realidad sería perpetuar el sistema basado en la deuda, porque los gobiernos serían capaces de crear más deuda, lo que dará lugar a una crisis más profunda, ya que serán incapaz de hacer los pagos de los intereses. Los bancos entonces se queda con la bolsa vacía, un resultado generalmente reservado para las clases trabajadoras. El escenario ideal sería que los bancos se vieran obligados a volver a comprar la deuda actual, que fue creada por ellos mismos, y que los gobiernos adoptaron políticas fiscales y monetarias sanas, sin necesidad de crear más dinero de la nada. Por supuesto, los bancos no van a permitir que eso suceda, porque va a reducir su control sobre el sistema financiero. Independientes y libres de deuda a los gobiernos que adopten políticas fiscales y monetarias como estas, eliminarían la necesidad de tener un sistema bancario como el actual, basado en la deuda, y por lo tanto eliminarían el control que los banqueros han acumulado hasta ahora. La liquidación de la deuda permitiría que los bancos y otras instituciones fuesen a la quiebra y que el sistema económico mundial comenzase fresco y operase en un ambiente limpio y desinfectado, donde las economías creadas artificialmente no existirían más y los países realiarian sus negocios sobre la base de la existencia de recursos, capacidad de producción, el producto interno bruto, el saldo de compras y ventas, las negociaciones comerciales bilaterales y multilaterales, y así sucesivamente.

“La crisis en la que ahora estamos fue causada en parte por personas que hicieron apuestas excesivamente arriesgadas con el dinero de otras personas”, dice Roberts. Añade que una buena pregunta para hacerse es ¿por qué la gente permite a los bancos hacer apuestas de alto riesgo con su dinero. Era como un juego de póker donde los bancos sólo corrían el riesgo de un 3 por ciento de su propio dinero, mientras que los inversionistas perdieron 96 o 97 por ciento de su dinero. Pero en lugar de ser castigados por tomar esos riesgos, los bancos se vieron recompensados al recibir rescates. A pesar que los cálculos matemáticos utilizados por los bancos para evaluar el riesgo de mercado y valor de los activos se consideran fraudulentos, estos todavía se utilizan para evaluar las oportunidades de inversión. Pero cuando esas oportunidades se demuestran ser apuestas arriesgadas, con base en cálculos fraudulentos, se dijo a los bancos que estaba bien, porque los gobiernos habían llegado a su rescate. Se les permitió vender pasivos como activos haciendo que la gente tomase riesgos muy altos a cambio de una promesa de obtener un retorno minúsculo, o inexistente. “Creo que ellos creían que el gobierno los rescataría en el caso de una recesión”, afirma Roberts. En su opinión, los mercados se rigen ahora por capitalistas de camarilla, y compinches que deben ser expulsados antes de que todo pueda volver al capitalismo real.

El capitalismo es un sistema de pérdidas y ganancias. La perspectiva de una buena rentabilidad es un incentivo para tomar riesgos, y las pérdidas son llamados a la prudencia. Cuando el incentivo para ser prudente se elimina porque hay un gobierno, entidad o fondo que rescate a un banco o un sistema entero, se destruye el sistema financiero, y eso es lo que sucedió en 2008. Los gobiernos, a instancias del cartel de la banca poderosa cubrieron los riesgos asumidos por las instituciones bancarias y con ello eliminaron la necesidad de prudencia y responsabilidad.

Austeridad y Catástrofe Financiera son las tácticas del Terrorismo Económico

Por Luis R. Miranda
The Real Agenda
28 de junio 2011

Los terroristas económicos que causaron la crisis financiera actual -que por cierto no son capitalistas, sino corporaciones bancárias monopolísticas- no se han detenido en ella y siguen amenazando a países con dos diferentes tácticas: la austeridad y la amenaza de una catástrofe financiera, si sus propuestas no se aplican. Desde que Grecia, Islandia, Portugal, España y otros países europeos comenzaron a mostrar signos de dificultades económicas, los banqueros que han diseñado el sistema, les han dicho al público -a través de sus peones burócratas- que la crisis se resolverá a su manera o si no… ¡Literalmente!

Si bien los países que tienen más que perder se encuentran en Europa, fue George W. Bush, que primero sonó la alarma de la crisis de la deuda. El equipo económico de Bush advirtió a los contribuyentes que un rescate masivo era necesario para salvar las instituciones financieras que se son las causantes de mucho -si no toda la crisis financiera. Como sabemos ahora, todo el dinero del rescate -el que se dio públicamente así como en secreto- fue a parar a cuentas bancarias europeas en lo que hoy conocemos como el rescate bancario de 2008. Aunque Henry Paulson dijo al Congreso de EE.UU. y al público que habían algunas entidades que no podíamos darnos el lujo de dejar caer en bancarrota, los $ 700+ millones de dólares -en realidad $ 24 trillones- no eran fueron realmente utilizados para salvar a nadie más que a los propios banqueros, que ahora están utilizando el dinero para comprar Grecia, Islandia, España y Portugal por centavos de euro.

Debido a que ni su plan de rescate ni sus QE’s ha funcionado, los banqueros han pasado ahora a la fase 3 de su plan. Esta fase incluye una reducción masiva del gasto público recortando todo tipo de programas que benefician principalmente a las clases medias y más bajas en Europa y los Estados Unidos. Mientras los banqueros y las corporaciones se quedan con el botín, los gobiernos se ven obligados -a través del Banco Mundial y el FMI a reducir el gasto en algo que ellos llaman austeridad. Pero la austeridad sólo se aplica a los pobres, no a los bancos, que como ya he dicho, continúan adquiriendo la infraestructura de todo el mundo, pagando con dinero de los contribuyentes.

La táctica de austeridad ha enfurecido a millones de personas que salieron a la calle para protestar y pedir a sus gobiernos que rechazan las políticas de austeridad del FMI y simplemente abandonaran su membresía en estas y otras instituciones financieras globalistas. En cambio, los gobiernos han decidido que no son responsables ante sus ciudadanos y que la austeridad es el camino a seguir. Como respuesta, los griegos, españoles italianos y otros volvieron a las calles. Mientras que la ira de la gente crece al ver que sus fondos de pensiones son robados, sus salarios congelados o cortados y el costo de la vida creciendo de manera exponencial, los terroristas financieros en la parte superior de la industria bancaria han decidido utilizar una vez más su última herramienta: el terrorismo financiero.

Terrorismo financiero ocurre cuando las personas e instituciones que ingenian las crisis -los bancos- con el fin de consolidar poder económico y reforzar su control sobre los monopolios, exigen a sus clientes -los gobiernos deudores- pagar sus deudas de una vez. Debido a que es imposible para cualquier gobierno pagar toda su deuda a los tiburones financieros, sus sus instituciones como el Banco Mundial, el FMI, el Banco de Pagos Internacionales y la Reserva Federal imponen programas de austeridad que erosionan aún más las clases medias y bajas. Esta política se adjunta a la adquisición de nuevos préstamos con intereses aún más altos con el fin de supuestamente pagar por los préstamos atrasados. La idea de que los prestamistas tengan la habilidad de exigir el pago total de los préstamos en cualquier momento, es bien sabido por los gobiernos antes de firmar los contratos que los convierten en deudores; sin embargo ellos los firman. Esto sucede porque a cambio de los préstamos, los gobiernos se comprometen a usar el trabajo de sus ciudadanos, el dinero de los impuestos recaudados por el fisco e inclusive la infraestructura de sus países como moneda de cambio para garantizar los préstamos que llegan a tener tasas de hasta 79 por ciento.

Si un gobierno desafía el mandato de los bancos, estos imponen sanciones financieras a los países deudores a través del aumento de las tasas de interés en sus préstamos y la reducción de su capacidad crediticia. Esto a su vez hace que sea más difícil para los países poder pedir prestado y, en consecuencia se mantienen en una espiral hacia abajo hacia el agujero de la pobreza. Dado que los países ya no son capaces de pedir prestado para salir de la deuda, la única solución es la venta de su infraestructura -puertos, carreteras, instituciones, servicios, industria, etc- con el fin de pagar la deuda. Como usted pudo haber adivinado, los compradores de estos activos son los propios bancos, que llegan con dinero en efectivo de los contribuyentes en la mano para consolidar aún más su dominio de los países prestatarios.

El escenario que surge de estas acciones es no sólo que los países se vean más devastados con peores políticas económicas y financieras, ahora bajo el control completo de los banqueros, sino también que haya un mayor número de personas pobres, una clase media más pequeña y una oligarquía más fuerte. La diferencia esta vez es que los banqueros no sólo tienen la intención de liquidar una nación del tercer mundo que no paga, sino que incluye los más grandes y desarrollados países del hemisferio occidental, incluyendo a aquellos con las mayores cantidades de recursos naturales y poder militar, que por supuesto también se convertirán en propiedad de los banqueros.

El objetivo final de los banqueros es lograr el control de todo -no es que no lo estén haciendo hace mucho tiempo. Para ello, se construyó el sistema en que vivimos hoy día. Este sistema fue literalmente ingeniado -usando ingeniería social- para controlar cada aspecto de nuestras vidas. El resultado de la ingeniería es el actual estado pasivo en el que la mayoría de la gente vive, donde ni siquiera saben que algo como esto está sucediendo, mientras que a otros simplemente no les importa. Ante este escenario, es muy difícil ver cómo los banqueros tendrá algún problema para la ejecución de su plan. A pesar de que millones de personas han despertado de su letargo, la mayoría no tienen ni idea de que su futuro está terminando. Como sucedió en el pasado, será necesaria una revolución de una minoría para asegurarse de que las personas libres sigan siendo libres. Sería mucho más fácil y eficaz, desde luego, si más gente se despertara de su trance y les diera una mano. A pesar de que una revolución por la minoría puede una vez más salvar a la mayoría, sólo una revolución de la mayoría será capaz de erradicar el cáncer conocido como el Cártel económico y financiero de las Ocho Familias.

Flexibilización Cuantitativa (Quantitative Easing) Explicado

Quantitative Easing (QE1 y QE2) no tienen absolutamente nada que ver con “salvar” la economía. Sin embargo, QE3 ya se ha anunciado.

Por Eric Woodell
Adaptación Luis R. Miranda

La masiva “flexibilización cuantitativa” de la Reserva Federal, suena como algo noble y suave en su enfoque para ayudar a restaurar la economía estadounidense. Tales términos casi suenan como si de repente se pudiera refinanciar su casa para una tasa absurdamente baja, es así de fácil.

Pero la realidad es muy diferente.

La Reserva Federal tiene la capacidad de crear dinero. En los viejos tiempos, eso significaba el uso de máquinas de impresión de notas con tinta, que luego se llamaron “dólares.” Hoy en día, sin embargo, lo hacen con, literalmente, el clic de un teclado de computadora, y el dinero se crea al instante! Bastante fresco, ¿no te parece?

Pero, ¿qué significa esto realmente?

¿Por qué la Reserva Federal haría esto y devaluaría el dólar? Después de todo, si sólo hay un cierto número de productos disponibles, y de repente todo el mundo tiene el doble de dinero para comprarlos, los precios aumentarían, no es cierto? Y el resultado neto será que nada habría cambiado? ¿No sería el único resultado real que cada unidad de valor de la moneda sea exactamente la mitad de lo que era?

La respuesta a ambas preguntas, por supuesto, es “sí.” Pero lo que importa, es quién recibe el dinero primero. En el estudio académico de la economía, esto podría ser llamado el “primer aventajado”.

Usemos una analogía: Supongamos que la economía tenía 3000 mil millones de dólares que circulaban en ella. Ahora, supongamos que la Fed le diera a usted $ 1 billón de dólares, en su propia cuenta de cheques personal. Con tanto dinero, ¿qué harías? Pagar todas sus deudas, comprar un buen coche y una casa nueva, y así sucesivamente … En otras palabras, usted podría gastar ese dinero, en el valor que actualmente se encuentra. Por supuesto, como usted compró más cosas, más dinero va a aparecer en la economía en general, lo que aumentaría el dinero que circula, y, finalmente, el dólar tendría un valor inferior. En este caso, después de haber gastado todo el dinero comprando todo lo que vale la pena adquirir, ahora habrían $ 4 billones en la economía, en lugar de $ 3 billones de dólares. Si usted gasta todo ese dinero en un año, la tasa de inflación sería de 4 / 3, o 33%. El dólar valdría ¾ de lo que valía el año anterior.

El efecto sobre todos los demás en la economía, es que su dinero vale menos que el año anterior, y si usted tenía su dinero invertido en una cuenta de ahorros pagando el 3% de interés, significaría que en realidad perdió el 30% en un año, porque los dólares que tiene en su banco compran mucho menos. Esto tiene el efecto neto de ser un impuesto del gobierno, mientras que al mismo tiempo, se permite que los compinches de la Reserva Federal obtengan más poder, quitándoselo a usted.

Esta es la razón por la que la Fed quiere constantemente inflación, porque les da más poder sobre usted, con impuestos invisibles que les permite mantener poder sobre usted.

Cuando se habla de más “flexibilización cuantitativa”, como QE2 y QE3, significa que la Reserva Federal le está robando su capacidad de comprar cosas como comida, combustible o pagar su casa. En cambio, el dinero se envía a los bancos favoritos de la Reserva Federal (recuerde, la Reserva Federal es una corporación privada, formada por los bancos …). Lo que significa en realidad es que se lo dan a sí mismos.

Como usted puede ver, QE1 y QE2 no tienen absolutamente nada que ver con “salvar” la economía. De hecho, lo opuesto es la verdad. Las acciones de la Fed continúan la degradación de la situación económica de los EE.UU. y el mundo.

Cuando será que los estadounidenses finalmente despertarán, y comprenderán el robo desenfrenado que está siendo cometido por la Reserva Federal y sus compinches.

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